lunes, 28 de febrero de 2011

GABRIELLE-ÉMILIE LE TONNELIER DE BRETEUIL


Hija del barón de Breteuil, un diplomático culto; marquesa de Châtelet por su matrimonio con un militar tolerante; amante de Voltaire y amiga de personalidades de la época, Gabrielle-Émilie fue una de las mujeres más destacadas de la Ilustración francesa del XVIII. Su talento y curiosidad la llevaron a interesarse por todas las manifestaciones artísticas, a traducir obras clásicas y a escribir ensayos de divulgación científica.Esta entrada debe mucho al artículo de Fernando Savater, Madame Voltaire.



La divina Émilie fue pionera en ser una mujer culta y llevar una vida libre. Además de a su talento y su coraje intelectual, se lo debió a su padre: el barón de Breteuil, un diplomático que la educó como a un hombre en cuanto se dio cuenta que era tan lista, o más, que la mayoría de hombres que conocía. Este hecho convirtió a Émilie en una defensora del derecho a la educación para las mujeres:

“Si yo fuera el rey, reformaría un abuso que condena por así decir a la mitad del género humano… Haría participar a las mujeres en todos los derechos de la humanidad y sobre todo en los del intelecto… Estoy persuadida de que muchas mujeres o ignoran sus talentos, por el vicio de su educación, o los esconden por prejuicio y falta de coraje en su espíritu”.

A los diecinueve años la casaron con Florent Claude, marqués de Châtelet, y tuvo suerte porque el marqués era un militar simple pero tolerante, que admiraba sinceramente a su mujer y le concedió toda la libertad que en la época era compatible con el buen tono. Al marqués le dio un heredero y una hija, de los que se ocupó sin entusiasmos maternales desbordantes pero sin descuido.



La marquesa era sabia, no sólo porque era cultivada y lista sino porque supo compaginar deber y placer. Tradujo “La fábula de las abejas” de Mandeville, y escribió “Instituciones de física”, un libro de divulgación, a lo que se dedicaron muchas mujeres que eran conscientes de la dificultad que ellas, pero también los hombres, tenían para comprender el saber científico. Este libro lo escribió para su hijo de doce años y en él combinaba la metafísica de Leibniz con las nuevas ideas de Newton.



La marquesa admiraba mucho a Voltaire y por fin, con veintiocho años conoció a un cuarentón Voltaire. En el castillo de Cirey se prepararon un refugio de estudios y amores, con la benévola comprensión del tolerante marqués. Su relación se basó en su pasión por la conversación sobre temas diversos, el teatro, la lectura de los clásicos y de los modernos, hacer experimentos de física y química, criticar a los pedantes y coquetear con todo el mundo. Voltaire la admiraba y sentía una especie de ternura por su lado más femenino (la llamaba “Madame Newton-Ponpon”).



En dos pasiones de ella diferían: en el juego de naipes y en su entrega al arrebato erótico. Para la marquesa la pasión era algo vital:

“Pasiones tendríamos que pedirle a Dios si nos atreviéramos a pedirle alguna cosa… Supongamos, por un momento, que las pasiones hagan a más personas desgraciadas que felices; digo que, aún así, seguirían siendo deseables, porque es la condición sin la cual no se pueden gozar grandes placeres; y no merece la pena vivir si no es para tener sensaciones y sentimientos agradables; y cuanto más vivos son los sentimientos agradables, más felices somos”.

La falta de pasión de Voltaire, la condujo a Saint-Lambert, diez años más joven que ella y que la deja embarazada. Guarda para ella sus peores presagios porque, dada su edad, era mal asunto el parir y se da prisa en acabar su traducción de los “Principia” de Newton. En septiembre de 1749 da a luz a una niña sana, pero ella muere de fiebre puerperal a punto de cumplir los cuarenta y tres años.

Admirable mujer, sabia, culta, apasionada y que supo encontrar hombres que la respetaron y la consideraron una igual hace poco más de trescientos años.

viernes, 25 de febrero de 2011

JOHN BANVILLE, Los infinitos.



La novela la compré por recomendación de Herminia Luque, del blog Novela negra con lunares, está acompañado de Puppy, el perro del Guggenheim, en tamaño mini y en forma de goma para borrar. Me encanta el Puppy floreado y por eso compré la goma cuando estuve por última vez en Bilbao hace menos de un año (esta foto es mía).





La novela tiene 290 páginas y su título está referido al mundo de los dioses, pero intentaré afinar un poco más, creo que la intromisión de tiempos, y de humanos y dioses, arranca de cuando a Adam Godley, uno de los protagonistas de la novela, le vino la idea “de que en aquellos oscuros infinitos que llevaban perturbando sus cálculos durante tanto tiempo residían, precisamente, las radiantes soluciones al problema” (p. 196). Godley planteó la llamada hipótesis Brahma, en ella se postulaba el “cronotón”, concepto exquisito que hacía referencia a “la partícula primordial del tiempo” y que agujereaba la Teoría del Todo con “mi resplandeciente dedo gordo del pie” (p. 162). La serie de ecuaciones que formaban parte de la hipótesis Brahma, “abrió la cámara acorazada del tiempo” y el “reino hasta ahora inimaginado que revelé más allá de los infinitos era un nuevo mundo hacia el cual no zarparían arboladas carabelas” (pp. 210-211). En ese lugar nuevo y lejano era donde vivían los dioses. Ese mundo de los dioses era un “lugar pulido, cristalino, claro y centelleante, con todo tal cual es a este lado, sólo que invertido, e infinitamente inalcanzable. El mundo como espejo (…)” (p. 252). No sé si queda claro el título pero en todo caso es la justificación de una trama en que humanos y dioses se relacionan y se entrometen en la vida unos de otros, creo que se percibe también el extraordinario sentido del humor del autor.

Nunca me había costado tanto explicar el título de una novela...



John Banville (Wexford, 8 de diciembre de 1945), novelista irlandés, que fue candidato al Booker Prize con su obra Book of Evidence en 1989, año en el que ganó el galardón Guinness Peat Aviation Award. Es el editor literario del diario Irish Times y es colaborador habitual de The New York Review of Books. En 2005 ganó el Man Booker Prize por su novela The Sea (El mar).
Banville es conocido por su ingenio y su humor negro que muestran la influencia de Nabokov. Su primera incursión en el género de novela negra, El secreto de Christine, ha sido publicada tras el seudónimo de Benjamin Black.

“Los infinitos”, dice su autor, es una celebración del paganismo. La obra trata de las relaciones entre dioses y hombres. Durante una larga y única jornada de verano, la familia Godley se reúne en su finca de la campiña irlandesa, junto a las vías del tren, puesto que el patriarca, Adam, ha sufrido un ictus cerebral y se está muriendo. Su esposa Úrsula, su hijo Adam y su esposa Helena, así como su otra hija Petra pasarán allí un día, mientras un narrador omnisciente, que dice ser Hermes, hijo del viejo Zeus y de Maya, la cavernícola, va moviendo los hilos de los diferentes acontecimientos que irán sucediendo en esas horas. Los dioses son incapaces de amar, saben mucho de inmortalidad pero nada de amor, algo ligado a la mortalidad de los humanos y que los dioses desean.

La novela tiene constantes toques de humor y de fina ironía que te hacen sonreír en diversos momentos de la obra. Está muy bien escrita y se lee con placentera facilidad.

FRAGMENTOS:

-- “Cuando la oscuridad se desmenuza en el aire como terso y blando hollín y la luz se extiende despacio por el Este todo el género humano, menos sus miembros más desdichados, vuelve a vivir” (p. 9).

--- “El padre de los dioses está de morros. Siempre ocurre lo mismo cuando una de sus amadas, sin conciencia de lo que pasa, vuelve a lo suyo, es decir, a su compañero legítimo, como debe ser. ¿Qué esperaba? Se les presenta disfrazado, adopta la forma de toro, águila, cisne, o, como en el caso que nos ocupa, marido, y pretende que lo quieran: a él, y no a quien finge ser, como si fuera mortal como ellas” (p. 73).
JAJAJAJA…….. este fragmento es una muestra de ese humor del que os hablaba en el texto.

--- “Por encima de todo, os haríamos reconocer y aceptar que la naturaleza de lustra vida es trágica, no porque sea cruel ni triste -¿qué son la tristeza y la crueldad para nosotros?- sino porque es como es y el Destino no puede evitarse, y, sobre todo, porque moriréis y seréis como si nunca hubierais sido. Ésa es la diferencia entre nosotros y vuestro así llamado Salvador, de harinosa lengua; no pretendemos ser benignos, sólo somos festivos, y nos solazamos continuamente con el espectáculo de vuestros exámenes de conciencia y tribulaciones de espíritu” (p. 92).

RECOMENDACIÓN: es la primera obra que leo de este autor y me ha gustado, me ha resultado gratamente entretenida, con humor y muy bien escrita.

miércoles, 23 de febrero de 2011

HADAS DE LAS FUENTES...




AYO. How many times. Una de mis canciones favoritas que quiero dedicar con inmenso cariño a Marta. Y que las ninfas estén con ella y le sean propicias.

Las NINFAS son hadas de las fuentes.Eran personificaciones de las actividades creativas y alentadoras de la naturaleza, la mayoría de las veces identificadas con el flujo dador de vida de los manantiales. Los griegos antiguos veían en todos los fenómenos ordinarios de la naturaleza alguna manifestación de la divinidad. Fuentes, ríos, grutas, árboles y montañas: todos les parecían cargados de vida, y no eran más que las encarnaciones visibles de otros tantos agentes divinos. Por tanto, en la mitología griega, una ninfa es una deidad femenina menor de la naturaleza, típicamente asociada a un accidente geográfico o lugar concreto, a pesar de lo cual eran designadas por el título de olímpicas, convocadas a las reuniones de los dioses en el Olimpo y descritas como hijas de Zeus.





Las más importantes eran las ninfas del elemento acuático. Presidían sobre las aguas o las fuentes, creyéndose que inspiraban a quienes bebían de ellas, por lo que se pensaba que las propias ninfas estaban dotadas de poderes proféticos u oraculares y los inspiraban a los hombres, otorgándoles así el don de la poesía. Como el agua es necesaria para alimentar a la vegetación así como a todos los seres vivos, las ninfas acuáticas eran adoradas junto con Dioniso y Deméter como dadoras de vida y bendición a todas las criaturas.

También había ninfas de las montañas y grutas; ninfas de los bosques, arboledas y praderas, donde se creía que a veces se aparecían y asustaban a los viajeros solitarios; y ninfas de los árboles, de las que se creía que morían junto con los árboles en los que vivían y con los que habían llegado a existir.

lunes, 21 de febrero de 2011

PLAZAS EN RED

Plaza de Tahrir


Quién lo diría
los débiles de veras
nunca se rinden.


MARIO BENEDETTI, Haiku

En la oleada de protestas, contra los sistemas autoritarios, que se está produciendo en países del norte de África y Golfo Pérsico, hay un espacio real en el que se ubica la protesta: la plaza. Además la plaza se prolonga virtualmente en la Red.

Plaza del Gobierno


Plaza del Gobierno en Túnez, Plaza de Tahrir en el Cairo, Plaza Perla en Bahréin, Plaza Verde en Líbia, plaza Primero de Mayo en Argel... La plaza, o ágora, es un espacio que en su origen hace referencia a la asamblea en la plaza pública de las ciudades griegas. El ágora era una
construcción griega destinada a servir de mercado y lugar de reunión para tratar asuntos mercantiles, agrícolas, judiciales y políticos. Era el verdadero centro social, político y administrativo de la ciudad.
La Red ha dado una dimensión enorme a la plaza y se complementa con ella para aumentar su magnitud.

Plaza Perla


La protesta necesita un núcleo, un centro de reunión, de comunión, de relación, la plaza es un espacio amplio, abierto, sin obstáculos, un lugar para estar, hablar, disfrutar, protestar y luchar. La Red es lo mismo pero multiplicado hasta casi el infinito. Las dos juntas hacen posible el sueño, la utopía, el espacio que existe y el que no existe pero aúna.

Plaza Verde


Quiero y necesito soñar, quiero y necesito pensarme en la plaza, quiero y necesito la Red, para discrepar, para vivir, para estimar, para realizar. No sé cuál será el futuro de estas revueltas, hoy sólo quiero pensar que están echando, o encarándose, con dictadores, más que dictadores, sátrapas, y eso ya es positivo en si mismo. Sigamos soñando…

Mientras pasa la estrella fugaz
acopio este deseo instantáneo
montones de deseos hondos y prioritarios
por ejemplo que el dolor no me apague la rabia
que la alegría no desarme mi amor
que los asesinos del pueblo se traguen
sus molares caninos e incisivos
y se muerdan juiciosamente el hígado
que los barrotes de las celdas
se vuelvan de azúcar o se curven de piedad
y mis hermanos puedan hacer de nuevo
el amor y la revolución...

MARIO BENEDETTI, Hombre que mira el cielo (fragmento)

viernes, 18 de febrero de 2011

MURIEL SPARK, La plenitud de la señorita Brodie.



La novela de Spark la compré, hace pocos días, por la lectura de un blog en el que se hablaba extraordinariamente bien de esta autora. Me picó tanto la curiosidad que compré dos obras. El libro está acompañado de un ratoncito diminuto que me regalaron hace mucho tiempo y que conservo por su cara simpática… jejeje… os observa con ojillos inteligentes ehhh (en la realidad no me gustan ni un poquito los ratones, y no digamos sus madres, peroooo…. éste es un chulo de mirada inteligente).

La novela tiene 173 páginas (JL, ¿te parece bien este tamaño para hacerlo compatible con tus obligaciones familiares? Jejeje) y su título hace referencia a la protagonista de la novela, la maestra de primaria, en el Edimburgo de finales de la década de los treinta del siglo XX. La plenitud se identifica con “la flor de la vida (…) los mejores años de la vida de cada cual” (p. 15).


La autora, Muriel Spark, nació en Edimburgo el 1 de febrero de 1918 y murió en la Toscana el 13 de abril de 2006, vivió en Rodesia y luego en Inglaterra. Su padre era un judío inglés, de origen italiano, y su madre, una inglesa anglicana. Estudió en el James Gillespie's High School for Girls. En 1934-1935 tomó un curso sobre correspondencia comercial en el Heriot-Watt College. Enseñó inglés por un corto periodo antes de trabajar como secretaria en una tienda. A los 19 años se casó con S. O. Spark y fueron a vivir a Zimbabue (Rodesia) donde tuvieron un hijo. Enseguida se separaron y Muriel volvió a Inglaterra, trabajando en el ministerio de exteriores, con papeles de contra-espionaje bélico, desde 1944. Conoció y tuvo gran amistad con Graham Greene y, al igual que él, se convirtió al catolicismo (1954).

La plenitud de la señorita Brodie, narra los acontecimientos de una escuela femenina de Edimburgo donde esta original profesora es modelo de las chicas que ella elige como discípulas incondicionales. Las otras maestras se muestran convencionales. Enamorada del primer Mussolini y de las ruinas romanas, Brodie jamás sigue un programa de estudios sino que relata sus viajes, observaciones y sentimientos mientras transita “la plenitud de la vida”. La ironía transita su novela de principio a fin, una ironía que te deja una media sonrisa casi permanente en la cara mientras vas leyendo.

Destaca, desde mi punto de vista, la construcción de los personajes, sobre todo el grupo de alumnas que la señorita Brodie tutela desde los diez años hasta que abandonan la primaria, manteniendo después un estrecho contacto con ellas para seguir influyéndoles y evitarles la rutina y la vulgaridad. Su dominio psicológico sobre el grupo de niñas acaba produciendo el rechazo de una de ellas, en la que más confiaba la maestra por ser la más perspicaz, y la traiciona contando algo a la directora del colegió que acabará con el trabajo de Brodie en la escuela.

La especial maestra, trataba de inculcar, en su grupo de alumnas, la pasión por la vida, pero enseguida se observa cómo, tras una apariencia inocente, se esconden situaciones complejas de egoísmo, orgullo, frustraciones y pasiones encontradas.

Spark escribe muy bien y tiene ese humor típicamente inglés de la ironía fina y la leve sonrisa. Lo que menos me gusta es la trama de la novela que, a veces, te lleva a desinteresarte por la historia de la señorita Brodie.

FRAGMENTOS:

--“Cuando se está en un apuro, es mejor no decir ni una palabra, ni sí ni no. El habla es de plata, pero el silencio es de oro” (p. 20).

--“De repente se vio sorprendida por un rebrote de aquel originario descubrimiento, optimista y etéreo, de la sexualidad, una sensación generalizada que le resultaba imposible discernir si era física o mental: lo único que tenía claro era que le proporcionaba el deleite perdido e inocente de sus once años” (p. 110).

--“Sandy tuvo claro que, cuando había que elegir entre varias opciones, la más simple era siempre la mejor, y que la opción más conveniente habría de ser la que más se ajustase a lo que en ese preciso instante se trajera entre manos. Ese fue el principio que siguió cuando llegó el momento de traicionar a la señorita Brodie” (p. 138).

RECOMENDACIÓN: Es una novela de agradable y placentera lectura, que intenta, suavemente, profundizar en la psicología de los personajes manejando una suave ironía. Seguiré leyendo más obras de Spark.

miércoles, 16 de febrero de 2011

EL TIEMPO...



“Condúcete entonces, Lucilio, como me lo manifiestas en tus escritos: amalgámate con cada una de tus horas, depende menos del mañana para tomar en tus manos el presente. Mientras la diferimos, la vida pasa.
Todo lo demás, ¡Oh Lucilio! nos es ajeno: sólo el tiempo, objeto tan fugaz como esquivo, es nuestro. Es la única posesión con la que la naturaleza nos invistió. ¡Y sin embargo toleramos a quienquiera desposeernos del mismo!”.


LUCIO ANNEO SÉNECA. Cartas a Lucilio. Carta 1.

lunes, 14 de febrero de 2011

QUE LAS HADAS PROTEJAN EL AMOR...



Es la primera vez que voy a hacer referencia en este mundo virtual al hombre que es mi compañero desde hace veinticinco años. Aprovecho la fiesta de San Valentín, que tanto odio, para hablar de amor, de un amor no convencional, que ha ido forjándose con el paso del tiempo y con muchas dificultades compartidas y superadas. Tropiezos que dejaron su huella y no fue fácil de aceptar, tanto para él como para mi. Distancias y acercamientos agotadores. Lloros y risas. Palabras y silencios.



Él ha tenido que adaptarse a una mujer de largos silencios, con una rebelde y radical independencia, con un espíritu crítico y una sinceridad brutal, con grandes dificultades para reflejar en palabras, el cariño y el sentimiento. Yo he tenido que adaptarme a un hombre más convencional, que quería una pareja con la que hacer todo juntos, llevar una vida familiar tranquila y al uso, que regalaba rosas para San Jordi y conmemoraba los aniversarios, que no le cuesta nada decir palabras de cariño y afecto.



Con el paso de los años, él ha logrado tener sus propios amigos y amigas, ha aprendido a irse solo a recitales que solo a él le gustan, a no traerme rosas para San Jordi o regalos el día de San Valentín, a observar mis arranques de incomodidad y de inadaptación y esperar que vuelva la calma, a viajar y no quedarse en casa apoltronado, a no invitarme a celebraciones familiares, en definitiva, a dejar un amplio espacio a mi alrededor para poder vivir en cierta libertad. Por mi parte, he aceptado sus ardores cariñosos de vez en cuando (eso sí, no se libra de que le llame casi siempre “pesado”), a acompañarlo a algún compromiso laboral o familiar, a aceptar rosas cualquier día fuera de los previstos, regalos en mi cumpleaños, discursos generacionales que no comprendo a pesar de ser de su misma edad, a irme de viaje con amigas, en definitiva, a convencerlo de lo importante que es la independencia, la libertad y la mirada diferente, para vivir conmigo en pareja.
Nunca discutiré si, lo que acabo de esbozar muy por encima, es amor o no, no trataré de convencer a nadie de que lo es... ya he dicho desde el principio que iba a hablar de un amor no convencional y difícil.


Pdt: casualmente he hecho dos entradas seguidas bastante personales e intimistas, no me he transformado como drácula, ha sido pura casualidad y no creo que se repita mucho.

viernes, 11 de febrero de 2011

QUE LAS HADAS PROTEJAN E ILUMINEN MI CAMINO...



Hace un tiempo colgué un soliloquio titulado: AMISTADES FOSFORESCENTES, inspirado en una hermosa frase de RABINDRANATH TAGORE: “La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido”.



Allí ya insinuaba que la fosforescencia de dos amigas se me iba apagando, han pasado dos meses y, aunque me cuesta mucho hablar de lo mío, perder dos amistades en el transcurso del mismo año, me duele en lo más hondo. Si me pongo a escribir es porque soy capaz de asimilarlo y digerirlo, no sólo eso, empiezo a ser capaz de buscar en mi misma los errores cometidos. Por eso necesito que las hadas, que son fosforescentes y luminiscentes, me presten un poquito de su luz y de su ayuda.
Una es una amiga de mi entorno real y hace unos seis años que compartíamos amistad. Otra es una amiga virtual con la que he compartido una rápida e intensa amistad de un año.

Con la primera estoy en mínimos para no cerrar todo, he perdido la confianza en ella y no comparto apenas nada, no hay alegría ni cariño cuando nos vemos, y mantenimos contacto, pensando en el pasado que nos unió. En este caso no hemos tenido diferencias entre ambas, ella encontró pareja y con él tengo serios problemas laborales. Mi amiga no ha sabido, yo tampoco, gestionar ese tema, se cerro en banda a escucharme y yo me cerré en banda a hablar porque no quería crear dificultades; nos hemos ido alejando sin sentarnos a hablar.



Con la segunda se ha cortado la comunicación, tan fácil en el mundo virtual donde no hay que mirarse, ni explicarse, ni comunicarse. Simplemente se cierra el ordenador, el móvil... los aparatos. Creo que las dos nos sentimos contentas de encontrarnos y nos dedicamos mucho tiempo y energías, quizás demasiadas. De pronto las circunstancias hacían difícil lo que al principio era fácil, la comunicación fue reduciéndose, la distancia se fue creando y el frío más atroz fue segando lo poco que fue quedando, hasta que no ha quedado nada.

Odio hablar de culpas cuando un afecto desaparece, soy una mujer difícil, y lo sé: me sobra sinceridad, perfeccionismo, pasión a veces, frialdad otras veces, radicalismo, inquietud, ganas de cambio y transformación, coherencia y contradicciones, intranquilidad, inadaptación y afán siempre de lucha, seriedad.... Me falta quietud, hacer concesiones, valorar y conservar lo que tengo en aras de seguir caminando, mirar hacia otro lado algunas veces, moderación, risa, banalizar, frivolizar...



Pero por encima de todo adoro y tengo en un pedestal la amistad, por eso me duelen estas pérdidas y necesito la ayuda de mis inefables hadas.

PDT: Dándole vueltas a este texto y a si lo publicaba o no lo hacía (hace unos cuantos días que lo tengo escrito), he pensado que un rasgo de mi carácter ha cambiado definitivamente, y no estoy convencida que para bien. Ahora me he cerrado como un cangrejo ermitaño en mi misma, le doy vueltas por dentro y mantengo una calma heladora por fuera, sólo un par de personas saben lo que ésto me ha afectado y, ni siquiera, de manera completa (mi amiga virtual casi nadie la conocía). Antes, me hubiera desesperado, hubiera hablado, buscando razones y causas, hubiera mareado a todo el mundo a mi alrededor y hubiera estallado desconsoladamente en más de una ocasión. Un cambio fundamental.

miércoles, 9 de febrero de 2011

BÉSAME...




EN UN BESO,
SABRÁS TODO LO QUE HE CALLADO.

Pablo Neruda

lunes, 7 de febrero de 2011

BALTASAR GARZÓN, JOSÉ MARÍA MENA Y JOSÉ MARTÍ, Crimen organizado y poder económico y político.




Hace unos días supe que, en la sexta edición del certamen literario Semana BCNegra, que organiza el Institut de Cultura de Barcelona, estaba programada una interesante mesa redonda. En ella participaban el juez Baltasar Garzón, el ex fiscal de Catalunya José María Mena y el periodista José Martí Gómez, y el tema era la infiltración en los poderes políticos y económicos de las nuevas organizaciones criminales y de los nuevos tráficos ilícitos en el mundo globalizado.

Así que el viernes 4 de febrero fui al Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona donde se celebraba la mesa redonda a las 19 h. Media hora antes llegué al Ayuntamiento y un policía municipal me indicó que se entraba por la parte posterior del edificio, donde había una importante cola para entrar. Ahí comprendí que no iba a acceder al Saló de Cent sino a una sala anexa (las fotografías son todas mías pero no tienen calidad por hacerlas a la pantalla y no a los contertulios directamente)con una gran pantalla que cuando entré, tras pasar el detector de metales, estaba llena y ya había personas de pie en los laterales (aún encontré sitio al ir sola).



Aunque no hacía falta invitación para entrar en la sala principal, lo cierto es que ya estaba cerrada cuando yo llegué y desviaron a la gente a la sala anexa, sin embargo por la pantalla seguíamos viendo cómo entraban personas al Saló de Cent.
El acto empezó con exquisita puntualidad cuando entraron los tres participantes, tomaron asiento, y fueron introduccidos brevemente por Jordi Martí, delegado de cultura del Ayuntamiento de Barcelona, y Paco Camarasa, comisario de BCnegra.



Resulta muy difícil sintetizar hora y media de tertulia (no me quedé a las preguntas del público) y recordar las intervenciones de uno y de otro (Garzón y Mena), así que en muchos casos hablo en plural cuando no recuerdo exactamente quien dijo las palabras recogidas y, obligatoriamente, tengo que sintetizar esta interesantísima mesa redonda.

La primera pregunta, del periodista José Martí, fue si leían novela negra, Mena respondió que no porque después de levantar cadáveres y ver muertos asesinados atrozmente, lo que menos le apetecía era llegar a casa y leer novela negra y que estaba convencido que la realidad superaba siempre la ficción. Garzón, en cambio, sí que leía algo de novela negra y mencionó la última novela de John Le Carré, “Un traidor como los nuestros”.



Mena habló del crímen de moqueta, el que no necesitaba las metralletas sino un buen despacho de abogados. Afirmó que los líderes del crimen organizado ya no matan, dirigen grandes emporios financieros para lo que necesitan contactos políticos y, sobre todo, asesores y abogados.
Preguntados por México, afirmaron que en la etapa de gobierno de Calderón se contabilizan 27.000 muertos y en lo que va de año, 7.000 muertos. Consideran que el crimen organizado ha desafiado al Estado y éste ha fracasado, al igual que el Ejército.

Unido a la auténtica guerra civil que se está produciendo en México, Garzón y Mena hablaron de cibercrimen en relación al uso de las nuevs tecnologías y a la rapidez de actuación. En cambio, jueces y fiscales tienen un funcionamiento burocrático y, por tanto, lento. Compararon la rapidez del leopardo con la lentitud del elefante. También hablaron de la dificultad que supone que el crimen organizado funcione de forma diferente según los países, por ejemplo la mafia rusa mata en su país y viene a España a invertir y blanquear el dinero, codeándose con la alta sociedad en la costa mediterranea.

En referencia a Afganistán comentaron que todos los clanes, incluidos los talibanes, se finanaciaban con la venta de heroina y que las fuerzas occidentales, presentes en el país, habían ignorando esta cuestión que era la clave de los enfrentamientos entre clanes y de mucha de la violencia existente.
Preguntados sobre si estaban a favor o en contra de la legalización de la droga, Mena afirmó que su consumo siempre ha sido legal en España (no en otros países) y que la represión de los traficantes no había servido de nada. De ahí deducía que había que ser inteligentes y pensar en otros métodos. Mena hablaba de una mezcla de prevención (sobre todo entre los consumidores débiles como los niños o jóvenes), represión moderada (de tipo administrativo e impositivo) y que esta política sea a nivel mundial. Se decantó por la despenalización, no la legalización.

Sobre la prostitución, Mena incidió mucho en el sufrimiento previo de las mujeres que eran obligadas a prostituirse (la mayoría de ellas), la violencia que sufrían, las amenazas que padecían sus familias en los países de origen y la escasa conciencia de la sociedad, sobre todo de los hombres, que recurren a la prostitución y de la violencia que han sufrido las prostitutas hasta ser aniquiladas psicológicamente. Mena afirmó que, en la actualidad, el crimen organizado gana más dinero con la prostitución que con la droga. Garzón añadió la gravedad de la prostitución de menores, la pederastia y pedofilía a través de internet. Mena afirmó que la dimensión de los usuarios de la prostitución en Barcelona era de tales dimensiones que llegó a bromear con uno de los Consellers de Interior de la Generalitat, que si eran ellos dos los únicos en Barcelona que no iban de prostitutas.

Garzón afirmó diversas veces que el crimen organizado penetraba en todas las profesiones (políticos, jueces y fiscales, periodistas, abogados, etc).
Jordi Martí preguntó, finalmente, a Garzón por su situación de suspensión como juez. Afirmó que estaba tranquilo pero que era injusto y frustrante estar suspendido por interpretar las leyes y proteger a las víctimas. Que se criminaliza a quienes investigan los crímenes del franquismo y no a los criminales y que, si le dejan, demostrará su inocencia, aunque tendrían que ser los acusadores quienes demostraran su culpabilidad.



Mena dio su apoyo a Garzón y afirmó que esperaba, por el bien de la judicatura, que Garzón volvierá a ejercer como juez y que la organización “manos blancas” era quien había orquestado una triple acusación (que nada tenía que ver entre sí) contra Garzón en una labor de acoso y derribo del juez. La persecucción está basada en su investigación de los crímenes del franquismo (y la consiguiente recuperación de la memoria histórica), el defecto de forma realizado por las “escuchas” permitidas por el juez en un caso y los supuestos fondos injustificados como pago a su intervención en la Universidad de N. York. Mena afirmó que si Garzón se hubiera bajado un poquito el pantalón y hubiera cedido un poco, ahora no estaría en la situación en que está, y que el problema había sido que ni siquiera se había desabrochado el cinturón.

Se hizo referencia también al peliagudo tema del robo de niños, Mena señaló que había dos casos diferentes: inmediatamente después de la guerra civil, el robo de los hijos de las “rojas” para impedir que aquellos niños fueran influidos por las ideas de sus madres, y, en los años sesenta y setenta el robo a mujeres solteras (se han contabilizado de estos últimos unos 300). Mena afirmó que tenían en común que el robo se producía a unas mujeres débiles que no podían denunciar ni defenderse y que el crimen no prescribe hasta que, el niño robado y la madre, no conocen el paradero del hijo o de la madre.

Se trataron algunos temas más pero he intentado sintetizar los aspectos más destacados. Señalar que la mesa redonda estuvo presidida por el buen humor de los tres, aunque destacaba el de Mena, que resultó muy entretenida por las múltiples anecdotas y casos que fueron mencionando para ilustrar sus palabras. Las preguntas, por la cantidad de personas presentes en el Saló de Cent, se hicieron por escrito y dirigidas a uno u otro de los intervinientes. Ya he dicho que no me quedé pero, cuando me levanté para marchar, escuche la primera pregunta que fue sobre el caso Millet, Mena dijo que lo que deseaba es que se resolviera con rapidez.

Una interesantísima mesa redonda en la que destacó la integridad, dignidad y claridad de ideas de los participantes.

viernes, 4 de febrero de 2011

MANUEL RIVAS, Los libros arden mal



Esta novela la compré hace tres o cuatro años, me gustó mucho El lápiz del carpintero (1998) y cuando salió esta novela, la compré. En estos años no me he animado a leerla por lo voluminosa que es, pero estas vacaciones de navidad me decidí a empezarla.

La novela está, como casi siempre, sobre mi mesa, no le acompaña nada personal.

La novela tiene 610 páginas y el título hace referencia a la quema de libros que se produjo en agosto de 1936 en la dársena de A Coruña. En la novela se describe cómo se quemaron libros de ateneos, bibliotecas populares y obreras, y bibliotecas de particulares como el presidente de la II República, Casares Quiroga, poco después del golpe de Estado del 18 de julio de 1936:

“Los libros ardían mal. Uno se movió en la hoguera más próxima y a Hércules le pareció ver que de repente abría en abanico las frescas agallas de una branquia de abadejo. Otro soltó un fragmento incandescente que rodó como un erizo de mar de neón por los escalones de una escalera de incendios” (p. 46).

Falange publicaba, el 19 de agosto de 1936, en el diario El Ideal Gallego, que se estaban quemando libros a orillas del mar, “para que el mar se lleve los restos de tanta podredumbre y de tanta miseria” (p. 51).



El autor Manuel Rivas, nació el 24 de octubre de 1957, la totalidad de su obra literaria se desarrolla en lengua gallega, aunque también escribe artículos periodísticos en castellano. Su libro de cuentos ¿Qué me quieres, amor? (1996, 1997 en castellano) incluye el relato La lengua de las mariposas, en el que se basó la película homónima. Su obra se completa con los libros de relatos Ella, maldita alma (1998), La mano del emigrante (2002), y Las llamadas perdidas (2003). Es autor de tres novelas cortas: Los comedores de patatas (1993), El lápiz del carpintero (1998), Premio de la Crítica española, llevada al cine por Antón Reixa, y En salvaje compañía (1995). Sus últimas obras son El héroe (2005), teatral; Los libros arden mal (2006) y Todo es silencio (2010) novelas, y Os Grouchos (2007), un ensayo periodístico. Junto con Suso de Toro es la cabeza visible de una generación de narradores gallegos con amplio eco de crítica y público en España.
Periodista desde los quince años, ha colaborado con diversos medios de prensa, radio y televisión. Buena parte de sus mejores reportajes periodísticos están compilados en El periodismo es un cuento (1998), usado como libro de texto en numerosas facultades de Ciencias de la Información, así como en los volúmenes "Toxos e flores" (1992), Galicia, el bonsái atlántico (1994), Galicia, Galicia (2001), Mujer en el baño (2004) y Una espía en el reino de Galicia (2004). En la actualidad escribe en el diario El País.

Sus trabajos poéticos están recogidos en la antología El pueblo de la noche, "Do descoñecido ao descoñecido" y "Mohicania revisada".
Comprometido con su país y su realidad, Manuel Rivas fue socio fundador de Greenpeace en España, y ocupó cargos directivos en la organización durante varios años. Durante el desastre del Prestige, participó en la creación de la plataforma ciudadana Nunca Máis.

La novela esta estructurada en noventa capítulos, la mayoría muy breves, con anécdotas, sucesos e historias a la manera de un tapiz. El tema principal es la guerra civil (1936-1939) y el franquismo (hasta los años sesenta). Aunque la división de la novela en capítulos breves le da agilidad al relato de la historia, acaba perdiendo al lector. No es fácil hacer el seguimiento de los personajes principales por las constantes interrupciones de la historia y el continuo ir y venir en el tiempo. Además hay momentos en los que la historia parece que se pierde y divaga. En el aspecto positivo señalar que hay capítulos estupendos, que describen toda la crueldad de la guerra y del bando franquista. Otros que dibujan con pulso firme personajes peculiares e íntegros (Hércules, Terranova, Arturo da Silva, Judith, Polca, Ó, el juez Samos, el inspector de policía Ren o el censor Dez). Lástima que esos destellos de gran calidad no se mantengan a lo largo de la larguísima novela.
Rivas escribe muy bien, escribe como un poeta, tiene numerosos fragmentos en los que te quedas varada porque son magníficos.

FRAGMENTOS:

--“No hay que fiarse de la calma, dijo de improviso. Es a lo que más miedo le tengo. A la calma. ¿Sabes cuál es el lugar donde nada pasa, el de la calma absoluta, donde el mar está como un plato?
Curtis negó con la cabeza.
¡El centro del huracán! Es lo que llaman la calma central. No lo olvides. En la calma central ponte en guardia, en estado de urgencia” (p. 119).

--“(…) había que ahorrar en todo. Como las mujeres vestidas de luto. Ellas también ahorraban. No sólo llevaban aquella misma ropa de color sufrido, sino que todo su ser cambiaba. Hablaban menos, no reían, apenas gastaban en mirar a los demás. Se ahorraban palabras, alegría, luz. Y, no obstante, toda la gente de luto, como Ó y Olinda, no sentían menos, talvez más, ni tampoco tenían menos que decir, tal vez más” (p. 156).

--“Muchas de las cigarreras de la fábrica de de tabacos de la Palloza y de las cerilleras de la fábrica de fósforos de Castiñeiras vivían, como Olinda, en las afueras de la ciudad. Salían muy temprano, de noche aún, con sus candiles o bujías para alumbrar los caminos. Las filas luminosas iban convergiendo. Se orientaban, se veían unas a otras como sendas de luciérnagas en la noche. Además de la luz, aquellas sendas en movimiento llevaban palabras. Construían murmullos, canciones o noticias con la aportación de cada bujía. A veces faltaba una de las luces, había un vacío en el camino, un hueco en la frase, en el murmullo, en la canción. Eso era que alguien había desaparecido” (p. 157).

--El espléndido capítulo “Una fiesta sagrada. Madrid, 21 de marzo de 1962” (pp. 449-457), relata el homenaje a Carl Schmitt, jurista alemán que había sido considerado el jurista oficial del Tercer Reich. Había sido el principal artífice de la arquitectura jurídica del nazismo. El entonces director del Instituto de Estudios Políticos, Manuel Fraga Iribarne, fue el encargado de entregarle la distinción de miembro de honor. Schmitt vivía tranquilamente en la España franquista.

--“Leer era como mirar por el ojo de una cerradura de mucha alcurnia. El mirar no se preguntaba si estaba bien o mal. El mirar era glotón” (p. 474).

--“Ahora sentía miedo. Un miedo que no tenía una localización exacta en su cuerpo. Que no afectaba a su sistema respiratorio, ni a sus glándulas sudoríparas, ni a su locomoción. Que no le pertenecía, pero que se posaba en él. Era un miedo que se oía como un bisbisear. Que provenía de la confidencia de las cosas. De la experiencia de las cosas. El miedo a la posibilidad de ser borrado. El miedo a la desaparición” (pp. 538-539).


RECOMENDACIÓN: Es una buena novela a pesar de sus defectos, le sobran páginas desde mi punto de vista y un hilo conductor, de la historia, más claro. Manuel Rivas es un escritor que merece la pena leer, así que mi recomendación es darle una oportunidad a su obra. Esta novela es desigual.

miércoles, 2 de febrero de 2011

Manipulación mediática.



Estrategia 6ª: Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para provocar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

NOAM CHOMSKY, Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática