miércoles, 31 de agosto de 2011

FUGACES CHISPAS…¡¡A LA MIERDA!!

¡¡A la mierda… la xenofobia y el neoliberalismo…!!





Tras los asesinatos que Anders Behring Breivik provocó en una supuesta cruzada contra la invasión del Islam en Noruega, deberíamos reflexionar sobre las consecuencias que pueden llegar a producirse ante el avance de la extrema derecha en Europa. Breivik atentó contra los jóvenes del Partido Laborista porque les acusaba de permitir la entrada de inmigrantes que anulaban la identidad de los “auténticos” noruegos. Su atentado, por tanto, tiene una clara ideología xenófoba y derechista y con contenido político. Hay muchos políticos que están jugando con fuego en Europa al mentir sobre las enormes ventajas sociales que tienen los inmigrantes frente a los autóctonos, al identificar delincuencia con inmigración y al idealizar una supuesta autenticidad de los autóctonos, puesta en peligro por los extranjeros.



La ultraderecha ensalza la pureza y la supuesta autenticidad europea tanto en lo cultural como en lo religioso (¿también en lo racial?) frente a las sociedades diversas y plurales. Y muchos políticos de derechas y conservadores saben que es más fácil explicar el paro, los recortes sociales y la crisis, acusando a un “enemigo exterior” que reconociendo que es el capitalismo neoliberal e imperialista y la especulación financiera de los mercados la que está detrás de la grave crisis que se extiende entre los sectores sociales (y los países) más débiles de Europa. Estos mismos sectores, manipulados por los medios de comunicación y por ideólogos de tres al cuarto, arremeten contra sus vecinos venidos de otros países acusándoles de que les quitan las ayudas sociales y los puestos de trabajo. Al acusar al de fuera, “al otro”, movilizan un nacionalismo primitivo y anulan la posibilidad de diálogo.




El movimiento del 15-M tiene otro objetivo a asumir, rechazar el discurso del odio y de la violencia contra la inmigración, señalando a los auténticos culpables de esta crisis global que es capaz de especular con los alimentos provocando el hambre en África. Como ejemplo de esta afirmación La Caixa de Catalunya anuncia su “Depósito 100% natural” que te permite la posibilidad de obtener una rentabilidad muy atractiva condicionada por la evolución de una cesta formada por tres materias primas como el azúcar, el café y el maíz. El inversor destina un mínimo de mil euros a un fondo que logra beneficios en la medida en que suba el precio de estos tres productos. Así, si sube el maíz, miles de personas pasaran hambre mientras el inversor de la Caixa en Catalunya ganará dinero.

jueves, 25 de agosto de 2011

GALICIA...

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros,
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso,
de mí murmuran y exclaman:
—Ahí va la loca soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos,
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.




—Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha,
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de la vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.




Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños,
sin ellos, ¿cómo admiraros ni cómo vivir sin ellos?

ROSALÍA DE CASTRO

lunes, 15 de agosto de 2011

LUCÍA SÁNCHEZ SAORNIL



Tendría yo unos 16 o 17 años cuando, como algun@s ya sabéis, me sentí atraída por los diversos movimientos políticos y sociales que giraban alrededor de la UTOPÍA… Empecé a leer vorazmente, y con cierto desorden, igual autores marxistas que anarquistas, escritoras y escritores que me orientaban, no solo en mi camino a la utopía, sino en mi vida sentimental y afectiva… En todo ese “batiburrillo” propio de la edad, unido a la pasión y la impaciencia, fui encontrando un camino con líneas un poco más precisas que al principio. Uno de los faros que me iluminó y me orientó para no perderme y hacer el gilipollas (con perdón), fue el feminismo. Ya os he contado, en una hagiografía anterior, que devoré a Simone de Beauvoir, Anaïs Nin y Virginia Woolf. Pero junto a ellas, leí a Betty Friedan, Marilyn French, Adrienne Rich, Sheila Rowbotham, Susan Sontag, Alexandra Kollontai, Louise Michel, Emma Goldman y muchas otras.

Mientras leía compulsivamente, estudiaba en la Universidad (Historia), trabajaba para ganarme un dinero que me permitiera no gastar nada en mi casa, fui participando en diversos movimientos sociales (que pronto decidí, nunca sería un partido político). En ese contexto, descubrí que había existido una organización feminista dentro del movimiento libertario, Mujeres Libres y me empezaron a sonar algunos nombres de mujeres… una de ellas fue Lucía Sánchez Saornil.

Lucía Sánchez Saornil (Madrid, 1895 – Valencia, 1970) fue una poetisa, militante anarquista y feminista española. Nació en el seno de una familia pobre y en 1916 entró a trabajar como telefonista. Paralelamente, prosiguió sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su producción poética, en sus inicios, tendió a ser modernista, destacando sus creaciones eróticas dedicadas a la belleza femenina, que son apreciados por su fuerza y originalidad. Creaciones de amor lésbico que publicó bajo el seudónimo masculino de Luciano de San-Saor.






Lucia se centró de lleno en el ultraísmo, movimiento del cual fue fundadora y en el que participó activamente, muestra de ello fue su coparticipación en el Manifiesto ultraísta publicado en la revista Cervantes en el año 1919. Es considerada la única representante poeta de este movimiento, aunque como a muchas mujeres, es obviada de antologías del ultraísmo que ni la mencionan. Durante esa época se codeó con la flor y nata de la nueva literatura, Guillermo de Torre (quizá el más reconocido representante del ultraísmo), Jorge Luis Borges, Pedro Garfias, César A. Comet, etc.

CUATRO VIENTOS (fragmento)
Mi balcón:
rosa de cristal frente al ocaso.
En el río del horizonte
naufraga Cuatro Vientos,
nido de águilas de acero,
de alas inmóviles
y vientres sonoros.
Tarde de Domingo,
cuando se ahoga el sol en el río fantástico.
He aquí los grandes pájaros sonoros,
rondel de gaviotas,
sobre un mar lejano.

Con su mayor implicación en el movimiento anarquista, a partir de los años 20, cesó su creación poética experimental y se volcó en hacer una exposición lírica con visos reivindicativos.

Su posición feminista se fue reafirmando a lo largo de los años, defendiendo abiertamente que la lucha de la mujer no debía estar supeditada a la lucha de clases e instaba a los anarquistas que empezaran a liberar a las mujeres de sus prejuicios en sus propios hogares. Por estos planteamientos, Lucía recibió el descrédito y la descalificación de los militantes masculinos de la CNT y la FAI.

En 1936, poco antes del inicio de la Guerra Civil Española, fundó junto a Mercedes Comaposada y Amparo Poch la organización feminista y libertaria Mujeres Libres. Este movimiento, nacido en torno a la CNT, contó hasta con 20.000 miembros en 1938, a pesar del hecho de que existía sólo en la zona republicana.









Cuando estalló la Guerra Civil participó activamente en la lucha antifascista. En 1937 regresó a Valencia, donde participó en la redacción del periódico anarquista "Umbral". Es allí donde conoció a América Barroso, que fue su "compañera sentimental”. Después de la victoria de los nacionales, se exilió a Francia. Para escapar a la deportación volvió secretamente a España en 1942. Continuó en la clandestinidad hasta 1954. Entonces se trasladó a Valencia, donde vivió hasta su muerte en 1970. América Barroso, su inseparable compañera hizo poner como epitafio en su tumba “Pero… ¿es verdad que la esperanza ha muerto?”

Cuando conocí a Lucía Sánchez, Mercedes Comaposada, Amparo Poch, Ada Martí, Pilar Grangel, Aurea Cuadrado y otras muchas, nada ni nadie sabía de estas mujeres. Fue, creo, la historiadora Mary Nash la primera que escribió un pequeño librito sobre estas lanzadas Mujeres Libres, ignoradas, marginadas y despreciadas dentro del propio movimiento libertario. Cuando fui indagando en ellas me llamó poderosamente la atención Lucía, que en el colmo del atrevimiento, aunque discretamente, no ocultó su lesbianismo. Además era poeta…





Más tarde, no me conformé con conocer a las mujeres de esta generación, me adentré en el pasado, pensando acertadamente que estas mujeres no podían nacer de la nada y ahí me encontré con las pioneras  que habían sido su antecedente a finales del siglo XIX y principios del siglo XX y que dieron el testigo a la generación de mujeres libres.

Lucía Sánchez Saornil quedó en mi vida como un faro que iluminó mi camino, junto con otros muchos que voy recogiendo en estas hagiografías. Me gusta dedicarle este recuerdo sentimental y, conscientemente, subjetivo a una mujer a la que admiro desde hace muchos años.

Todas las imágenes las he tomado de google.


viernes, 12 de agosto de 2011

MARIO BENEDETTI, Biografía para encontrarme.

Este libro de poemas me lo regalo un amigo para mi cumpleaños, se debió quedar sorprendido cuando me abalancé a su cuello al ver que era de Benedetti, no suelo ser muy expresiva con las emociones, en el fondo soy una tímida.

 El libro está compuesto por 62 poemas (99 páginas) y el título puede referirse a que estos poemas recorren los temas más significativos del autor: soledad, nostalgia, amor, belleza, etc. como si de una biografía se tratara.

Parece ser que estos 62 poemas los escribió, corrigió y reescribió en los dos últimos años de su vida y los dejó listos para editar antes de morir. Como soy una “devota” de Benedetti, he disfrutado leyéndolos en combinación con otras lecturas, supongo que los releeré muchas más veces. Huelga decir que me han encantado, pero no soy objetiva. Os dejo una muestra y os recomiendo su lectura.



Crepúsculo

Cuando oigo los sonidos del crepúsculo
quedo inmóvil/reflejo de mí mismo
desconocido para los que pasan
y a solas con mi pobre soledad

cortinas hay que suben y bajan
rasgos a ser mirados y que miran
a lo lejos llamitas que fulguran
y lanzan las preguntas de rigor

con la misericordia no se juega
porque en el corazón es donde nace
y luego / en un milagro con amores
salta de hueco en hueco y no se cansa

sabemos que el crepúsculo es efímero
siempre hay una noche que lo mata
ah pero mientras tanto disfrutemos
del manso resplandor de su agonía


Este poema está, especialmente, dedicado a gtb y a su marido, y compañero, que también es mi amigo. Los que no creemos en dioses tenemos que agarrarnos a la realidad y a aquello que de sublime y hermoso tiene. Este poema, ese mágico resplandor de agonía que, el otro día, capté paso a paso encandilada, y mi afecto hacia ambos, espero que sea conjuro contra el dolor y el pesar actual.

Que ese conjuro de realidad os sirva también a aquell@s que entréis por mi casa, siempre abierta para quienes aprecio. Qué paséis un buen fin de semana y que el afecto vaya de hueco en hueco sin cansarse.

miércoles, 10 de agosto de 2011

BÉSAME...



Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.

GABRIELA MISTRAL


La escena corresponde a la película "Australia" y está tomada de google.

lunes, 8 de agosto de 2011

VIRGINIA WOOLF, Una habitación propia. Soliloquios y espacios...



A partir de 1918, en la Europa de entreguerras, se inició una etapa caracterizada por la necesidad de recuperar población, la vuelta de los hombres del frente y la crisis económica en la que, a causa de las condiciones económicas adversas, los gobiernos europeos apartaron a las mujeres de todos los trabajos que habían ejercido en los años de la Iª Guerra Mundial (en 1921 había menos mujeres francesas e inglesas trabajando en la industria que antes de la guerra).





Los movimientos feministas plantearon reivindicaciones ligadas a su papel doméstico como la protección de las madres o los incentivos a la lactancia, pero también la igualdad de derechos, como el voto que se consiguió después de la Guerra o, incluso, a lo largo de ésta, en la mayoría de los países occidentales.




Paradójicamente en aquel periodo la imagen de la mujer moderna se convirtió en una referencia de los locos años veinte. A partir de la novela La Garçonne (1922) de Víctor Margueritte, la mujer aparecía representada como una persona emancipada, independiente y moderna. Era una nueva Eva, activa, dinámica, siempre joven, moderna en su vestimenta, en sus actitudes y espacios de actuación.
La garçonne o la flapper era una mujer joven, delgada, de cabellos cortos, que llevaba faldas más cortas, abandonaba el corsé e, incluso, fumaba.

En los años treinta, se produjo la unión entre pacifismo, feminismo y antifascismo, y la escritora Virginia Woolf fue un símbolo de esta unión. Como feminista, durante mucho tiempo luchó en Inglaterra por el sufragio y en 1929 publicó una obra en la que se reflejaba su pensamiento feminista, Una habitació pròpia. Esta obra tuvo una trascendencia enorme por el análisis que se hacía de la manera en que los hombres habían limitado el desarrollo de las mujeres y por su defensa de la necesidad de independencia económica de las mujeres. Pero además se trataba de una defensa de la mujer escritora, de la voluntad de ésta de tratar de profesionalizar su escritura en un entorno hostil.

Virginia Woolf ya había escrito en 1925, El lector común, colección de artículos sobre literatura y escritura. Esta obra coincidió con Escribir ficción, de Edith Wharton, una lúcida teoría de la novela. El periodo de entreguerras se convirtió en una etapa en la que la mujer escritora buscaba hacer el trabajo que había elegido sin justificarse constantemente. Una habitación propia se convirtió en un referente para las escritoras de su generación y de las posteriores.







Este ensayo está basado en dos conferencias dadas en octubre de 1928 en la Sociedad Literaria de Newham y la Odtaa de Girton. Los textos eran demasiado largos para ser leídos en su totalidad y, posteriormente, fueron alterados y ampliados.





Virginia Woolf reflexionaba, en esta obra, sobre las dificultades de la mujer para escribir:

“Para empezar, tener una habitación propia, ya no digamos una habitación tranquila y a prueba de sonido, era algo impensable aun a principios del siglo diecinueve, a menos que los padres de la mujer fueran excepcionalmente ricos o muy nobles”. Pero si las dificultades materiales eran grandes, “peores aún eran las inmateriales. La indiferencia del mundo, que Keats, Flaubert y otros han encontrado tan difícil de soportar, en el caso de la mujer no era indiferencia, sino hostilidad” (p. 74).

La clave, para que las mujeres puedan dedicarse a la literatura, estaba en la suma de los aspectos siguientes:

“(...) démosle una habitación propia y quinientas libras al año, dejémosle decir lo que quiera y omitir la mitad de lo que ahora pone en su libro y el día menos pensado escribirá un libro mejor” (p. 129).
“(...) las mujeres siempre han sido pobres, (...) desde el principio de los tiempos. Las mujeres han gozado de menos libertad intelectual que los hijos de los esclavos atenienses. Las mujeres no han tenido, pues, la menor oportunidad de escribir poesía. Por eso he insistido tanto sobre el dinero y sobre el tener una habitación propia” (p. 148).

Virginia Woolf señalaba que las mujeres escritoras acostumbraban a imitar a los hombres cuando escribían porque ellos escribían de los temas importantes. Tan solo Jane Austen y Emily Brontë escribían sin dejarse intimidar por les críticas y escribir “como escriben las mujeres, no como escriben los hombres. De todos los miles de mujeres que escribieron novelas en aquella época, sólo ellas desoyeron por completo la perpetua amonestación del eterno pedagogo: escribe esto, piensa lo otro” (p. 103).









Virginia Woolf aconsejaba a las mujeres que escribían:

“Por encima de todo, debes iluminar tu propia alma, sus profundidades y frivolidades, sus vanidades y generosidades, y decir lo que significa para ti tu belleza y tu fealdad, y cuál es tu relación con el mundo siempre cambiante y rodante de los guantes, y los zapatos, y los chismes que se balancean hacia arriba y hacia abajo entre tenues perfumes que se evaden de botellas de boticario y descienden por entre arcos de tela para vestidos hasta un suelo de mármol fingido” (pp. 123-124).







Y acababa con una peroración dirigida a las mujeres:

“Debería imploraros que recordéis vuestras responsabilidades, la responsabilidad de ser más elevadas, más espirituales; debería recordaros que muchas cosas dependen de vosotras y la influencia que podéis ejercer sobre el porvenir. (...) Sólo se me ocurre decir, breve y prosaicamente, que es mucho más importante ser uno mismo que cualquier otra cosa. No soñéis con influenciar a otra gente, os diría si supiera hacerlo vibrar con exaltación. Pensad en las cosas en sí” (p. 152).

“Porque yo creo que si vivimos aproximadamente otro siglo –me refiero a la vida común, que es la vida verdadera, no a las pequeñas vidas separadas que vivimos como individuos- y si cada una de nosotras tiene quinientas libras al año y una habitación propia; si nos hemos acostumbrado a la libertad y tenemos el valor de escribir exactamente lo que pensamos; si nos evadimos un poco de la sala de estar común y vemos a los seres humanos no siempre desde el punto de vista de su relación entre ellos, sino de su relación con la realidad; si además vemos el cielo, y los árboles, o lo que sea, en si mismos; si tratamos de ver más allá (...), porque ningún humano debería limitar su visión; si nos enfrentamos con el hecho, porque es un hecho, de que no tenemos ningún brazo al que aferrarnos, sino que estamos solas, y de que estamos relacionadas con el mundo de la realidad y no sólo con el mundo de los hombres y las mujeres, entonces, llegará la oportunidad (...). Extrayendo su vida de las vidas de las desconocidas que fueron sus antepasadas, (...), nacerá. (...) yo sostengo que vendrá si trabajamos por ella, y que hacer este trabajo, aun en la pobreza y la oscuridad, merece la pena” (156-157).

Todas las ilustraciones las he tomado de Google.

viernes, 5 de agosto de 2011

DENNIS LEHANE, La última causa perdida. Y MIRAR EL MAR...



La novela la compré porque es un autor que me gusta y ya he leído otras novelas suyas. Ésta que hoy comento pertenece a la serie de los investigadores (no policías), Patrick Kenzie y Angela Gennaro. De esta serie, formada por siete novelas, he leído tres: Desapareció una noche, Plegarias en la noche y ésta que comento. La última causa perdida está relacionada con Desapareció una noche, ésta última trataba de la desaparición de Amanda McCready, una niña de cuatro o cinco años, que vuelve a esfumarse, ya en la adolescencia, en La última causa perdida.

Además de estas tres novelas, he leído dos más, ambas llevadas al cine, la primera dirigida por Clint Eastwood en el 2003, Mystic River y la segunda por Martin Scorsese en 2010, Shutter Island.






He visto ambas películas y los dos directores son de mis favoritos, incluso, pese a su conservadurismo, admiro más a Eastwood. Tuve, sin embargo, una experiencia diferente con ambas películas, Mystic River la vi recién leída la novela, y pese a que es considerada como una gran película a mi no me convenció. Shutter Island la vi algunos años después de leída la novela, que fue publicada en 2005, y me gustó más. Esta experiencia me sirvió para no volver a ver películas basadas en novelas recién leídas, la imaginación de quien lee nunca, o casi nunca, va a coincidir con la adaptación al cine y siempre decepcionará, salvo en el caso en que la novela sea peor que la película. Os recomiendo encarecidamente Mystic River.

Tras esta introducción tan larga, la novela que hoy comento está en mi atril (ya dije en otra ocasión que esta palabra siempre me sale en catalán: faristol). La novela tiene 318 páginas y el título hace referencia a la última investigación que Patrick Kenzie lleva a cabo, decepcionado por el resultado de su trabajo (su compañera, Angela Gennaro, participa poco por estar al cuidado de la hija pequeña de ambos).





Dennis Lehane es un escritor estadounidense nacido el 4 de agosto de 1965 en Dorchester, Boston, Massachusetts. Los espacios de su ciudad han servido de inspiración para los ambientes populares urbanos de sus novelas. De ascendencia irlandesa, sus historias retratan la vida de grupos inmigrantes o marginados en Boston, a la vez que constituyen un retrato de la cultura irlandesa, resaltando el peso de la religión católica en varios de sus personajes. También es autor de tres episodios de la quinta temporada de la serie de TV The Wire.

Han pasado doce años desde que Amanda McCready desapareció de su casa de Boston. Ahora en plena adolescencia vuelve a desaparecer y Patrick Kenzie, que la había encontrado de niña y devuelta a su madre, vuelve a ser requerido para encontrarla. En la nueva investigación Kenzie, con la ayuda de su compañera, realiza una reflexión acerca de, si aquello que legalmente es correcto lo es desde el punto de vista humano. Esa reflexión generará tal contradicción en Kenzie que provocará una decisión personal al final de la novela. La búsqueda de Amanda pondrá a los dos investigadores en contacto con las mafias de los países del este de Europa, afincadas en Boston.

La trama está muy bien ligada y mantiene la intriga durante toda la novela, los personajes están bien definidos y son atractivos, recuperando personajes de la anterior novela, como Bubba del que, dice Kenzie, teniendo “en cuenta que es del tamaño de un rinoceronte plantado sobre las patas traseras, su habilidad para pillarme por sorpresa nunca deja de impresionarme” (p. 313). Estamos ante una novela negra, no sólo una novela policíaca, por la descripción que el autor realiza de la sociedad norteamericana, de los barrios de inmigrantes y de las mafias del crimen. Por si fuera poco, el sentido del humor no falta en la novela, a pesar del género negro en que la podemos situar.

FRAGMENTOS:

Comparto con Kenzie el gusto por vivir en la ciudad y no en zonas residenciales… hmmm… qué bien lo explica.

---“Prefiero el metro: entras por un agujero en una punta de la ciudad y sales por otra; y nunca tienes que darle a la bocina, ni una sola vez. No me gusta podar céspedes, ni recortar setos ni recoger los restos de tales actividades. No me gusta ir a centros comerciales ni comer en restaurantes que formen parte de una cadena. De hecho, el atractivo de las afueras –tanto en general como en particular- es un concepto que no acabo de pillar. [ni yo]
Me gusta el sonido de los martillos pilones, los aullidos nocturnos de las sirenas, las cafeterías abiertas las veinticuatro horas, los grafitos, el café servido en vasos de cartón, el vapor que sale del subterráneo, los guijarros, los tabloides, los anuncios luminosos, los que gritan “taxi” en las noches de frío, los chaperos de esquina, el arte callejero, los pubs irlandeses y los tíos que se llaman Sal.
De todo eso no hay gran cosa en las afueras, por lo menos en la cantidad a la que estoy acostumbrado” (p. 61).

Comparto con Angela Gennaro su concepción de la maternidad…

---“¿A quién en su sano juicio le gusta mantener catorce conversaciones sobre árboles (es lo que hace su hija de cinco años)? Y todas ellas dentro de las mismas veinticuatro horas. Adoro a esa cría, pero es una anarquista. Se despierta cuando le da, considera positivo mostrarse enérgica a las siete de la mañana, a veces se pone a berrear sin motivo, decide de improviso qué comidas se zampará y cuáles rechazará te pongas como te pongas, mete la cara y las manos en los sitios más asquerosos y no nos la quitaremos de encima durante catorce años más, por lo menos, y eso si tenemos suerte de que la acepten en alguna universidad que no nos podremos permitir” (p. 65).

Otros fragmentos:

---“Le sucede a la mayoría de las personas (…). Se pasan la vida esperando que alguien les diga lo que tienen que hacer y en quién deben convertirse. Eso es todo lo que quieren. Ya se trate de un político, de un cónyuge o un líder religioso, todo lo que le piden a la vida es un Alfa” (p. 149).
Nota de humor en un momento de suma violencia:

---“Intercambiamos nuestro viril abrazo ruso, oímos un ruido y vimos a Tadeo tirado en el suelo de la caravana, respirando como un pez que hubiese llegado a la costa a lomos de una ola, olvidándose de dar marcha atrás” (p. 301).
En la última página, Kenzie desea simplemente:

---“Que mis alegrías superan mis penas” (p. 318).

RECOMENDACIÓN: se trata de una buena novela que recomiendo. Sin embargo no empezaría a leer a Lehane por esta obra sino por el inicio de la serie de estos investigadores, o como mínimo por Desapareció una noche. Por supuesto os recomiendo la estupenda Mystic River.


Ya sabéis que ando con pocas palabras (esta entrada, sobre la novela de Lehane, estaba ya hecha, no hubiera podido hacerla estos días), así que ayer me fui a pasear y a MIRAR EL MAR, que es también el título de un poema de Mario Benedetti.



Cuando contemplo el mar desde mi arena
y llegan olas con el infinito
no tengo más remedio que quedarme perplejo




hablo conmigo mismo y con las cosas
me siento mínimo/insignificante
recurro a mi energía y no la encuentro
la habré dejado en casa



en el mar caben todos los enigmas
cuando el viento lo peina
es una maravilla
los pájaros se acercan y lo besan
porque saben que el mar es universo



mirarlo es a veces suficiente
por eso lo contemplo hasta el cansancio
piélago a piélago y acantilados



Para qué hablar si Benedetti lo dice tan bien... Este paseo me ayudó a relativizar y a disfrutar con la belleza de mirar el mar y ver ponerse el sol.


miércoles, 3 de agosto de 2011

UN BRAZO DE LA NOCHE... FUGACES CHISPAS...



Un brazo de la noche
entra por mi ventana.

Un gran brazo moreno
con pulseras de agua.

Sobre un cristal azul
jugaba al río mi alma.

Los instantes heridos
por el reloj... pasaban.

FEDERICO GARCÍA LORCA


Hace dos días tuve un desencuentro con alguien muy cercano, eso me ha llevado a un silencio huraño y malcarado del que siempre tardo mucho en salir. Preparé ayer un poema, muy duro y que me gusta mucho, de una autora poco conocida, acompañado de El grito de Edvard Munch. Al final he decidido cambiarlo, ha sido una concesión a la necesidad de retornar de ese oscuro silencio que me envenena y solo me conduce al rencor. ¿Podrá reconducirme el gran brazo moreno con pulseras de agua a la tranquilidad y la palabra?

La mujer que lee es de MONET y está tomada de google.

lunes, 1 de agosto de 2011

EL MUNDO ES GRANDE Y LA FELICIDAD ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA. IGUAL QUE YO ENCONTRÉ A ALICIA VARELA, A LA VUELTA DE UNA ESQUINA VIRTUAL.



Esta película, que vi el sábado, fue una agradable e inesperada sorpresa y por ello me lanzo a hacer una pequeña reseña, al más puro estilo peliculera. Espero que mis querid@s cinéfil@s hablaran de ella, en su momento.

La película es del director búlgaro Stephan Komandarev, nacido en 1966 y ésta es su segunda película. El mundo es grande y la felicidad (o la salvación) está a la vuelta de la esquina es la historia de Alex, un chico búlgaro que junto con su familia se ve obligado, por motivos políticos, a emigrar de su país. La milicia comunista quiere que su padre espíe a su abuelo Bai Dan (Miki Manojlovic), el rey local de backgammon. Por primera vez un proyecto cinematográfico trata del backgammon, de su filosofía y su visión del mundo, del encanto de los jugadores, su jerga, las bromas típicas, la atmósfera enigmática del bar donde juegan, todo esto se refleja en la película. El backgammon es el juego más antiguo que existe y se juega en todo el mundo, pero es especialmente típico de los Balcanes.

Veinticinco años después Alex despierta en un hospital alemán tras sufrir un grave accidente de automóvil en el que pierde la memoria. En un intento por curar su amnesia, su abuelo Bai Dan viaja a Alemania y juntos emprenden un viaje de retorno a Bulgaria, un viaje espiritual hacia su pasado. Mientras viajan por el tiempo y por el espacio, cruzando media Europa a bordo de un tándem, juegan al backgammon.






Me parece una película sencilla y compleja a la vez. Trata sobre los fundamentos de las personas, sus valores y sus planteamientos de vida. Profundiza en las relaciones humanas como la base que puede salvar a una persona que, desarraigada por la emigración, se siente perdida. A pesar de que no es una película sensiblera, o eso creo yo... pero no sé si soy de fiar, es optimista y confía en que es posible la felicidad incluso en las peores circunstancias. La felicidad no son los bienes, ni el sistema político o económico en el que se vive, la felicidad es un estado interior que se fundamenta en la honestidad, la resistencia, la sabiduría y el cariño.

La historia es creíble y, aún siendo dura con la dictadura comunista búlgara y con las sociedades occidentales que desprecian a los inmigrantes, está llena de sentido del humor y de palpitante humanidad. Uno de los grandes valores de la película está en el carismático Manu Manojlovic como el abuelo afectuoso, enérgico, vivaz y travieso que conoce el valor de los placeres de la vida y enseña a disfrutarlos con la misma pasión con que transmite los secretos del backgammon.





Igual que esta película, me sorprendieron positivamente las ilustraciones de Alicia Varela, que podéis ver en su blog. Las descubrí, y me gustaron desde el primer momento que las vi, por sugerencia de otro blog, Librosfera.



Me pareció sugerente, y relacionada con mi tendencia a soñar, esta Noche azul , y por eso la he comprado. Qué disfrutéis con sus obras.

Todas las imágenes son de google o del blog de Alicia Varela.