lunes, 27 de febrero de 2012

LA SOLEDAD DE LA EXISTENCIA



Hay momentos en que entro en soliloquios que me retuercen el alma. Me obstino en intentar comprender reacciones que me resultan dolorosas por su opacidad.
Cuando el dolor se va deshaciendo y solo aparecen los interrogantes muy de vez en cuando, un comentario, un fragmento de una novela, una escena de una película, un poema, un sueño, en definitiva, algo casual, deshace las sombras y todo aparece con una claridad meridiana.




“Muy pocos soportan la idea de que no hay remedio para la soledad de la existencia. La mayoría alimenta esperanzas, se agarra a lo que puede, busca refugio en las relaciones humanas, pero a sus intentos de fuga de la cárcel de la soledad no les pone verdadera pasión ni entrega, y entonces se refugia en mil ocupaciones falsas (…).
Y mientras se afanan en todas esas maniobras son plenamente conscientes de que no sirven de nada.
(…)
Por eso, en su tortura y su angustia, intentan por todos los medios mantener el orden. Cada momento de vigilia lo dedican a organizar su vida.
(…)
Y nos quedamos solos porque somos engreídos y no tenemos el valor de aceptar el regalo un poco intimidatorio del amor”.
SÁNDOR MÁRAI, La mujer justa.

Las imágenes son de Josep Santalari, a quien admiro mucho. Están tomadas de google.

viernes, 24 de febrero de 2012

BÉLGICA ¿QUÉ ME GUSTA DE UN VIAJE?

Viajar en buena compañía, es decir, con personas que quiero y aprecio para compartir sorpresas, dificultades, risas, cansancio y buena conversación. En este breve viaje fue así, éramos tres personas.

Me gustan las sorpresas: Museo Le Mas en Amberes



Me gusta lo que aprecio pero interpretado de otra manera.



 El Art Nuveau del barrio Zurenborg de Amberes es un espléndido ejemplo.



Me gusta disfrutar de lo que ofrece cada país como propuesta gastronómica: el chocolate en Bruselas (y en toda Bélgica). Aunque no  soy especialmente golosa he de conceder que estaba delicioso.


Comimos un delicioso plato único en este pequeño restaurante vegetariano de Amberes (tampoco soy vegetariana...).



Un paisaje que te sobrecoge por su belleza donde menos lo esperas: entrando a Brujas desde la estación de tren…


Una escena urbana cuando cae la noche que te encandila. Canal en Gante.






Fragmentos que llaman la atención de quien mira con calma. 







Estuvimos en un hotel bastante barato de Bruselas. Tenía el “inconveniente” de que se encontraba en un barrio con fama de “peligroso” por predominar los magrebíes. Tenía la ventaja de ser barato siendo de tres estrellas y estar muy cerca de la estación Midi y de una boca de metro. Decidimos valorar las ventajas y nos instalamos en dicho hotel. En toda la estancia sentimos peligro alguno y nos sucedió un pequeño problema que nos convenció de nuestra buena elección. Queríamos ir al Atomium de Bruselas y buscando la mejor comunicación acabamos en la entrada a un tranvía subterráneo y bloqueados en un espacio reducido entre dos puertas de vidrio  sin poder salir (entramos por la primera puerta y debíamos pasar el billete que no llevábamos). Un joven magrebí me paso su cartera por encima del vidrio para que pasáramos su billete y poder salir y después nos lo volvió a pasar en la boca de metro para que entráramos gratis. 




miércoles, 22 de febrero de 2012

AMANECE VOLANDO


Enigmática luz, tan clara y pura
que tan sólo se ve en lo que desvela.
¿De dónde viene ese esplendor creciente?
No es aún la luz la que ilumina al mundo;
el mundo iluminado es quien la enciende.
Ángel González



viernes, 17 de febrero de 2012

CELOS, LA BAJADA A LOS INFIERNOS DE LA DESCONFIANZA…

Tengo la suerte de no ser celosa. A lo largo de mi vida he vivido situaciones propicias a ellos con mis sucesivas parejas y personas amadas, pero no los he padecido. Si alguna vez he sentido un pellizco en el estómago… se ha disuelto por mi manera de entender los afectos. Por sugerencia de David Amorós, he escuchado muchas veces la maravillosa canción de Bunbury, De todo el mundo, y me siento traducida a la perfección en su letra:


No tengo dueño,
no soy tu esclavo,
un poco tuyo
y de todo el mundo.



CATHERINE MILLET, Celos. La otra vida de Catherine M.
Esta obra la compré por la interesante referencia que leí en el blog de jordicine 


La obra tiene 221 páginas y está dividida en nueve capítulos que marcan la evolución de la otra vida de Catherine M. El título es fácil de explicar ya que se trata del descenso al infierno de los celos por parte de una libertina (ella misma se aplica dicho término). No estamos ante una novela sino ante una autobiografía que la autora considera como “una continuación necesaria” de La vida sexual de Catherine M., obra anterior a ésta que no he leído y que es, según sus palabras, una autobiografía “de mi vida sexual” (p. 212).





Catherine Millet (Francia, 1948) es una administradora, crítica de arte y escritora francesa. Fundadora y directora de Art Press, una de las revistas de arte más influyentes de Francia, Catherine Millet es la autora de varios libros sobre arte contemporáneo y una experta en la obra del pintor Salvador Dalí y del artista Yves Klein.
Catherine se hizo mundialmente famosa por conseguir millones de lectores con su controvertido libro La vida sexual de Catherine M. (2001). La autora se sacó la máscara de respetada crítica de arte para exponer públicamente los detalles de su vida sexual, describiendo en una explícita e irrefrenable secuencia las relaciones sexuales que involucraban a desconocidos, en una gran variedad de escenarios, incluyendo clubes, aceras, plazas y casas de amigos. La descripción precisa de escenas sexuales y de fotos íntimas han dividido a los críticos. Algunos ven el libro como un hito a favor de la libertad de las mujeres, y otros lo consideran simple pornografía. El hecho es que La vida sexual... vendió más de 2,5 millones de copias en 47 países.


Dice Evelio Rosero que una novela tiene que ser, sobre todo, arte literario, no panfleto, no un ensayo o compendio de denuncias y reflexiones. No estamos ante una novela sino, según su autora, “ante un escrito cuya función no era periodística ni didáctica” y para la que quiso buscar una “forma nueva”:


“Al igual que los pintores que admiraba y que lo habían reinventado todo a partir de un ancho de lienzo crudo, pensaba que debía descubrir una manera inédita de poner las palabras unas detrás de otras” (p. 214).

Dudo mucho que Millet haya logrado crear esa nueva forma de escribir, lo que sí es cierto que, a veces, no es fácil leer su escrito, como también afirma jordicine, porque utiliza pocos puntos y recurre al uso de subordinadas dentro de subordinadas.
Millet se considera, como ya he dicho una libertina:


“Libertina, ciertamente no he sido voluble. Miro a los que encadenan las historias de amor como a personas de una raza extranjera de la que no conozco la lengua ni las costumbres. Soy de un escepticismo desalentador e incurable hacia los caracteres románticos que sucumben al flechazo. ¡Mi experiencia era tan distinta!” (p. 211).

El concepto de libertina que usa Millet no es el de la RAE: “Aplicase a la persona entregada al libertinaje (= desenfreno en las obras o en las palabras; Falta de respeto a la religión)”. Millet utiliza libertinaje como libertad sexual sin estar condicionada por el amor y, mucho menos, por el romanticismo del enamoramiento. Una libertad sexual cuyo criterio es el deseo. Sin embargo esa opción sexual, tan anticonvencional y poco común, queda contaminada por una pasión tan ordinaria y común como los celos.
Celos que estallan cuando se percata que su pareja, Jacques Henric, tiene como ella una rica vida sexual. A partir de ese momento, Millet entra en un auténtico infierno buscando y registrando entre los papeles de su marido, controlando sus movimientos y entrando en una espiral de crisis de ansiedad y de rabia, pesadillas y lloros, y poco a poco entrando en el sórdido espacio de la obsesión por reconstruir todos los detalles de la vida sexual de su pareja.
Catherine Millet hace un valiente ejercicio de explicación de su problema, un problema tan íntimo que la mayoría de las personas oculta. Ella no solo no lo hace sino que entra en una reflexión profunda, de la mano de su psicoanalista, sobre su intimidad y las posibles causas de su caída en el torbellino obsesivo de los celos y de todas las implicaciones que conlleva para ella.


FRAGMENTOS sobre las repercusiones físicas de los celos:

“Al principio el estado emocional en que me hallaba me obligaba a moverme con una lentitud extrema. La aceleración del ritmo cardiaco es a veces tan grande que parece que el corazón choca contra la pared del pecho y creemos oír el ruido del impacto. Antes de poder hacer un ademán, aguardaba a que se calmase en su caja el órgano alocado. O, como ocurre a menudo, utilizaba los pulmones como un airbag para contenerlo, y respiraba profundamente” (p. 74).


“Empezaba a conocer ese sufrimiento que, nacido de las dudas que sentimos respecto de una persona que se ha convertido en el centro de nuestras preocupaciones, se alimenta, es bien sabido, de las fabulaciones con que colmamos las lagunas en su vida, pero también, a la inversa, de la expectativa nunca satisfecha en la que nos hallamos sumidos y que paralizan todas las facultades de razonamiento, sean o no delirantes. Nos hace sufrir la imaginación y a veces nos hace sufrir aún más la falta de imaginación” (pp. 77-78).


“(…) el resultado era una sensación física atroz: me recorría el cuerpo una ola glacial y seca. Lo saben todos los que han conocido la experiencia de buscar la prueba que temen: cuando responden a lo que creen que es el interrogante abierto que les obsesiona, la sangre se les retira de golpe de las venas” (p. 105).


RECOMENDACIÓN: se trata de una obra original, especial, poco común.


La fotografía de la autora y el vídeo de Bunbury están tomados de google. 

miércoles, 15 de febrero de 2012

SENDERO DE LUCIDEZ



Hoy me siento feliz porque David Amorós, que habla con tanta lucidez de su gran pasión, el cine, me ha permitido publicar un hermoso poema suyo.


Quisiera navegar entre tus días
sentirme en la turgencia de tus brillos
lamer con dignidad tus dulces sombras
romperte en tus oscuros infinitos.

Hundirme por tus mares de destellos
limítrofes con cielos de grosella
ahogarme tras tus horas taciturnas
que pintan horizontes de condena.

Servil, relajado, evanescente
percibo el devenir con ronroneo
muy lejos de atalayas en desuso
ocultas tras la niebla de los sueños.

Sereno y pertinaz y aún sin complejos
preveo en ti nostalgias de futuro
resbalo con pasión por tus adentros
temblando ante el goteo de minutos.

DAVID AMORÓS, Sendero de lucidez


Mientras lo leéis os invito a escuchar Ophelia, del nuevo trabajo de Madeleine Peyroux, Standing on the rooftop:




viernes, 10 de febrero de 2012

RAINER MARIA RILKE, Cartas a un joven poeta.





Ya no recuerdo qué me llevó a comprar estas Cartas. Empecé a leerlas hace pocos días, algunas las he releído varias veces.
Estas diez cartas que escribe Rilke al joven poeta, Franz Xaver Kappus, tiene 97 páginas que incluyen una nota preliminar del traductor y la breve presentación de F. X. 
Kappus cuando publicó estas cartas.








En este caso no voy a hablaros del autor, de sobra conocido, ni os daré una visión general de las Cartas. No habrá recomendación porque no hace falta. Reproduciré fragmentos que, al elegirlos, definen lo que me ha gustado de ellas.




Empezaré por algo que no conocía, la influencia de RODIN sobre Rilke. 







Entre el insigne escultor francés y el joven poeta nacieron a principios de siglo XX unas relaciones que se volvieron cada vez más estrechas, convirtiéndose pronto en amistad perdurable, que dio magníficos frutos. Rilke vivió largas temporadas en París y llegó a ser, con una asignación de 200 francos al mes, secretario de Rodin desde septiembre de 1905 a mayo de 1906. Rilke escribió el mejor libro existente acerca del maestro y que se titula Rodin.
¿Qué aprendió de él? Entre otras cosas, algo fundamental: trabajo y paciencia: “vivir, tener paciencia, trabajar”, dice Rilke en una carta. 









Describe la mirada de Rodin, cuando éste trabaja, como si atravesara el aire como un hilo; es capaz de una inmovilidad de piedra cuando sus ojos se detienen en las cosas; sus manos - dice- están hechas para tomar con fuerza, para hacer gestos que creen cosas y les den su forma; entraba en su taller con una regularidad invariable y, durante años, no se acostó sin antes haber realizado lo que había imaginado durante la jornada; nunca dejó de rehacer sus obras y, a veces, como en el caso de La Puerta del Infierno, las destruía para rehacerlas de manera más conforme con su visión.


Rodin enseñó al poeta a contemplar la obra de arte como una actividad religiosa y a hacer sus versos tan consistentes y completos como esculturas:


“Las cosas no son todas tan palpables y decibles como nos querrían hacer creer casi siempre; la mayor parte de los hechos son indecibles, se cumplen en un ámbito que nunca ha hollado una palabra; y lo más indecible de todo son las obras de arte, realidades misteriosas, cuya existencia perdura junto a la nuestra, que desaparece”.
“Una obra de arte es buena cuando brota de la necesidad (…) no sabría darle más consejo que éste: entrar en sí mismo y examinar las profundidades de que brota su vida: en ese manantial encontrará usted la respuesta a la pregunta de si debe crear”.
Carta 1, p. 21 y 24

Los poemas de este período aparecieron en Nuevos poemas (2 volúmenes, 1907-1908). Una muestra es:
Canción de amor

¿Cómo sujetar mi alma para
que no roce la tuya?
¿Cómo debo elevarla
hasta las otras cosas, sobre ti?
Quisiera cobijarla bajo cualquier objeto perdido,
en un rincón extraño y mudo
donde tu estremecimiento no pudiese esparcirse.

Pero todo aquello que tocamos, tú y yo,
nos une, como un golpe de arco,
que una sola voz arranca de dos cuerdas.
¿En qué instrumento nos tensaron?
¿Y qué mano nos pulsa formando ese sonido?
¡Oh, dulce canto!

Para Rilke la experiencia artística estaba cerca de la experiencia sexual, “en su dolor y gozo”, por ello, “son sólo formas diversas de una idéntica ansia y dicha”. Cuando estaba escribiendo esta extraordinaria afirmación de Rilke estaba escuchando el CD de ETTA JAMES & THE ROOTS Band, Burnin down the house, y esta canción, Rock me Baby, me pareció muy oportuna para ilustrar a Rilke:



Qué lúcido Rilke cuando afirma que no hay ningún mundo sexual completamente maduro y puro:


“(…) hay un mundo que no es bastante humano, sino sólo viril; que es celo, embriaguez e inquietud, y cargado de los viejos prejuicios y orgullos con que el varón desfigura el amor”.
“Toda belleza (…) es una quieta forma perdurable de amor y anhelo”
“En un pensamiento creativo viven mil noches de amor olvidadas, que lo llenan de altura y grandeza. Y los que en las noches se unen y entrelazan en mecida voluptuosidad, hacen un serio trabajo y reúnen dulzuras, hondura y fuerza para la canción de algún poeta venidero, que surgirá para expresar indecibles delicias”.
Carta 3, p. 39, 46, 47

O cuando habla de la humanidad de la mujer, “llevada adelante en dolores y humillaciones”:


“Un día (…), un día existirá la muchacha y la mujer cuyo nombre no signifique meramente una oposición a lo masculino, sino algo por sí, algo que no se piense como un completamiento y un límite, sino sólo vida y existencia: la persona femenina.
Este progreso transformará la experiencia del amor (…); la cambiará desde la base, convirtiéndola en una relación que se entienda de persona a persona, no ya de hombre a mujer. Y este amor más humano (…) se parecerá a aquel que preparamos combativa y laboriosamente, el amor que consiste en que dos soledades se defiendan mutuamente, se delimiten y se rindan homenaje”.
Carta 7, p. 73

Rilke nos conduce a ser valientes y aceptar lo asombroso, lo inaudito… Me gusta acabar con este fragmento:


“Debemos aceptar nuestra existencia en toda la medida en que corresponda: todo, aun lo inaudito, debe ser posible en ella. Esto es en el fondo la única valentía que se nos exige: ser valientes para lo más extraño, asombroso e inexplicable que nos pueda ocurrir. A la vida le ha hecho infinito daño el que los hombres hayan sido cobardes en este sentido (…). Pues no es sólo la pereza lo que hace que las relaciones humanas sean tan indeciblemente monótonas y se repitan sin renovarse de caso en caso; es el miedo a alguna nueva experiencia no previsible, a cuya altura uno no cree haber crecido. Pero sólo quien esté hecho a todo, quien no excluya nada, ni aun lo más enigmático, vivirá como algo vivo la relación con otro, y conformará él mismo su propia existencia a fondo”.
Carta 8, p. 81

Si algo me define es ese afán por aceptar, incluso buscar, lo imprevisible, lo inaudito, lo asombroso, lo extraño………, es lo que me mantiene viva. Y no pienso renunciar a ello.
La fotografía del libro es de Laura Uve, el resto de imágenes y el vídeo están tomadas de google. Las obras de Auguste Rodin son de Las puertas del infierno.

miércoles, 8 de febrero de 2012

Tortilla de patata.

Esta maravillosa música no es ninguna frivolidad…THELONIOUS MONK & JOHN COLTRANE, My Dear:



Mi tortilla de patata puede serlo, pero si va acompañada de unos versos de Benedetti…


Cuando la poesía abre sus puertas
uno se siente que el tiempo nos abraza
una verdad gratuita y novedosa
renueva nuestro manso alrededor

TORTILLA DE PATATA...





Aysss, veamos cómo se hace la maravillosa tortilla de patata. Pelar y cortar las patatas, freírlas en aceite a fuego lento para que se hagan, pero no se torren. Yo les pongo la sal a última hora. Cuando falta poco para que estén hechas, se añade la cebolla cortada fina. Mis hijos se quejaban tanto de la cebolla que, al final, la he suprimido con todo el dolor de mi corazón.
Se bate un huevo por persona y se echa a la sartén tras retirar casi todo el aceite. Cuando se va cuajando, se le da la vuelta con un “tomba truites” (plato para volver tortillas…) y se hace por el otro lado. En mi casa gusta jugosa, a mi bien hecha, procuro quedarme a mitad camino.
Música, frivolidad culinaria, versos………. 

lunes, 6 de febrero de 2012

ELVIS PRESLEY


Con él conocí el rock and roll y la sensualidad que me producían sus labios y sus movimientos sincopados.

Elvis Aaron Presley (1935-1977), nació en Tupelo, Misisipi, pero cuando tenía 13 años, se mudó junto a su familia a Memphis, Tennessee, donde en 1954 comenzó su carrera artística.




“He recorrido mucho camino
desde los días en que llevaba coches;
llegué a donde dije que llegaría,
y ahora tengo la seguridad
de que realmente no he llegado del todo;
así que creo que comenzaré de nuevo:
me colgaré la guitarra a la espalda
y nunca, nunca miraré atrás,
nunca seré más de lo que soy,
y tú ya debes saberlo:
soy simplemente el hombre de la guitarra”.

Guitar man, compuesta por Jerry Reed e interpretada por Elvis Presley en 1968.





Debía tener unos 15 años cuando escuché por primera vez a Elvis y me quedé prendada de su manera de cantar y bailar. Guitar man acabó siendo una de mis canciones favoritas hasta hoy. Su letra es toda una declaración de intenciones que quienes le rodearon se encargaron de que olvidara.




Pero indudablemente la carga de erotismo y sensualidad que tenía Elvis cuando interpretaba canciones, como One Sided Love Affair, no me dejaba indiferente y era otra de las razones de mi devoción por él y por el rockabilly.




Soy consciente de que la rebeldía de Elvis fue domesticada enseguida y que, a pesar de que sus movimientos parecían impropios de un hombre e incluso obscenos, su vida se correspondió con los esquemas del “sueño americano”. Quiso transmitir la idea de que los nuevos modos musicales eran compatibles con la tradicional búsqueda americana del negocio propio, con la realización del servicio militar, la confirmación de su virilidad y la necesidad de formar una familia tradicional.






“No te gusta la música loca, no te gustan las bandas de rock,
Sólo quieres ir al cine y hacer manitas,
Eres tan anticuada, niña, pero no me importa”.

Baby I don`t care, de Leiber y Stoller, grabada por Elvis en 1957.



Nunca me gustaron sus películas (hizo 36) aunque vi algunas de ellas: Girls! Girls! Girls!, Viva las Vegas, y algunas otras en la TV. No olvidaré su último documental Elvis in concert, con un Elvis castigado por la gordura, sus problemas de salud y sus diversas adicciones que lo llevaron al suicidio en la noche del 16 al 17 de agosto de 1977.




A pesar de que su carrera fue tan irregular como su vida privada, mantuvo su carisma hasta el final y todavía se venera su recuerdo. Mi admiradísimo Bruce Springsteen, en 1976 tras dar un concierto en Memphis, se trasladó a Graceland, la mansión de Elvis, saltó la verja y se internó en el dominio privado del rey, hasta que un guardia lo interceptó y lo sacó a la calle. Bruce recordaba:
“Debió pensar que se trataba de otro admirador loco…, y eso es exactamente lo que yo era”.

Y por los mismos motivos hago esta hagiografía de mi “santo” rockero.


Todas las fotografías y vídeos están tomados de google.

miércoles, 1 de febrero de 2012

LÁGRIMAS EN EL CIELO...



“…allí, muy cerca, en la única avenida del jardincillo que ribeteaba de ladrillos y loza en media luna sus arriates de pensamientos: pensamientos recogidos, al parecer, en sus demasiados hermosos cielos, esos cielos versicolores (…), cielos tristes que aparecían antes de las tormentas, o después, demasiado tarde, cuando la jornada iba a terminar”.
MARCEL PROUST, Sobre la lectura.



Lagrimas en el cielo y en la tierra por tragedias en las que se pierden personas queridas que nos son tan necesarias y que seguimos recordando muchos años después…