lunes, 28 de mayo de 2012

INTIMIDADES, MEMORIAS, BIOGRAFÍAS… PAUL AUSTER.

 El género biográfico no ha ocupado en las letras españolas el lugar que tiene en otras tradiciones. Quizás fueran los prejuicios contra la intimidad lo que puede explicar ese hecho. Dice el historiador Ian Gibson que una sociedad necesita dos cosas para que el género biográfico pueda asentarse: estabilidad y curiosidad. Nuestro país ha ido falto de lo primero y sobrado de una mala lectura de lo segundo. Aquí prima el cotilleo malsano más que la curiosidad. La novela de Paul Auster no pretende ser una autobiografía coherente sino unas memorias atípicas que muestran mucho de la biografía del autor. 



PAUL AUSTER, Diario de invierno. Compré la obra porque es un autor al que sigo con gusto ya que, en general, sus novelas son de mi agrado. Diario de invierno tiene 236 páginas y su título recoge que se trata del diario de un hombre que por su edad ha entrado en el invierno de su vida, así lo explica en el final de este diario:


 “Tus pies descalzos en el suelo frío cuando te levantas de la cama y vas a la ventana. Tienes sesenta y cuatro años. Afuera, la atmósfera es gris, casi blanca, no se ve el sol. Te preguntas: ¿Cuántas mañanas quedan? Se ha cerrado una puerta. Otra se ha abierto. Has entrado en el invierno de tu vida” (p. 236). 




Sobre el autor no añadiré nada nuevo porque, en comentarios sobre libros anteriores, ya he recogido sus rasgos biográficos principales. 

Diario de invierno como cualquier libro de memorias nace de la idea de que su vida está entrando en la última etapa y, por tanto, quiere hacer una reflexión y una rememoración acerca de los recuerdos principales de su vida. No estamos ante unas memorias al uso ya que no siempre guarda el orden cronológico ni intenta ser exhaustivo con todos los sucesos de su vida. Además mezcla aspectos que podríamos considerar “importantes” como sus consideraciones sobre la vida y la muerte, el amor de pareja o las relaciones familiares, con aspectos “intrascendentes” como el divertidísimo episodio en que cuenta cuando contrajo ladillas o cuando estuvo a punto de pelearse por última vez por disponer de un taxi (he de reconocer que con estos dos relatos reí a carcajadas sin poderlo remediar). También hace listados diversos como el referente a todas las casas en las que ha vivido a lo largo de su vida.

Auster habla en segunda persona con lo cual, a veces, una duda de si está hablando de él mismo o de un personaje de ficción de una de sus novelas. Pero deja muy claro en la primera página que lo que quiere es hacer un “catálogo de datos sensoriales”, lo que denomina como fenomenología de la respiración. La novela está escrita exquisitamente y dando siempre la impresión, como es habitual en él, de que la trama que desarrolla es sencilla cuando tiene más complejidad de la que parece. Especialmente interesante es la relación con su madre y la reacción cuando murió. El amor que le une a su pareja es un episodio intenso e interesante. Relata estupendamente el sentimiento que le producen las mujeres que ha amado durante su vida: 


“(…) todo estaba en la luz interior que percibieras en ella, la chispa del carácter, la llama de la identidad revelada, y esa luz la hacía bella para ti, aunque otros estuvieran ciegos ante la belleza que tú veías, y entonces te morías por estar con ella, cerca de ella, porque la belleza femenina es algo que nunca has podido resistir” (p. 10). 

O la manera en que somatiza los problemas:


“Siempre que llegas a una encrucijada en el camino se te destroza el organismo, porque tu cuerpo siempre ha sabido lo que tu intelecto desconocía, y sea cual sea la forma que elija para descomponerse, con mononucleosis, gastritis o ataques de pánico, tu cuerpo siempre es la zona más afectada por tus miedos y batallas interiores, y acusa los golpes que tu mente no puede o no quiere encajar” (p. 74). 

Cómo entiende sus orígenes:


“Como no sabes nada de tus orígenes, hace mucho que decidiste presumir de que eres un compuesto de todas las razas del hemisferio oriental, en parte africano, árabe, chino, indio y caucasiano, el crisol de muchas civilizaciones enfrentadas en un solo cuerpo. Lo mismo que cualquier otra cosa, es una postura moral, una forma de eliminar el asunto de la raza, a tu juicio un falso problema que sólo puede traer deshonor a la persona que lo saque a relucir, y por tanto has decidido conscientemente ser todo el mundo, aceptar a todos los que llevas en tu interior (…)” (p. 123). 

RECOMENDACIÓN: He disfrutado, reído y casi llorado con su lectura. Es una obra austeriana en el pleno sentido de la palabra.

Fotografía de Laura Uve y fotografía del autor tomada de google.

lunes, 21 de mayo de 2012

INTUICIÓN, ALGO MÁS QUE IMPULSOS…

Desde que me recuerdo, sé que tengo una gran intuición. Pero también desde siempre la he ocultado y he trabajado la razón frente al conocimiento intuitivo. A pocas personas les he contado la cantidad de veces que la intuición me ha salvado de caer en situaciones difíciles, en descartar relaciones tóxicas o en tomar decisiones complicadas. Tampoco acostumbro a explicar que, en algunos casos, he desatendido las señales intuitivas y he acabado fastidiándola de mala manera.





 “La mente intuitiva es un regalo; la racional, un sirviente. Nuestra sociedad honra al sirviente y ha olvidado el regalo”.
 A. Einstein 

No es que ahora haya cambiado de opinión y me decante por la defensa de la intuición frente a la razón, pero con el paso de los años he decidido que no debo desatender sus luces de alarma . La intuición es una valoración rápida, sensorial, es un fogonazo instantáneo que nos trasmite buenas o malas vibraciones sin análisis ni intelectualización previa. Por eso, a veces, cuando seguimos una intuición hay personas que le llaman corazonada, como si la valoración viniera del corazón y no de la mente. No acabo de estar de acuerdo con esta manera de verlo, la corazonada sería un impulso, basado en un deseo o una emoción pasajera, que deseamos tanto que nos conduce a no pensar ni a escuchar la intuición y lanzarnos a su realización. La intuición es más bien lo que algunos llaman la sabiduría interior. 





"Con la práctica adquirimos la intuición de saber cuándo hemos hecho algo bien y entonces lo conservamos".
 Elena Poniatowska

La sabiduría interior es, según creo, resultado de nuestra vida, nuestras experiencias, nuestras emociones, nuestro equilibrio sensorial. Todo eso va generando esa sabiduría que no se basa en conocimientos lógicos y racionales sino que es como un depósito de lo vivido. No sé si he logrado explicarme, ni si tengo razón, pensad que la intuición es difícil de traducir en palabras, todas ellas tan racionales…

Ya sabéis cómo me gusta Madeleine Peyroux… intuitivamente, racionalmente y todos los mentes que queráis añadir…

 

Las fotos son del Pabellón Mies Van der Rohe de Barcelona. La canción está tomada de google.

viernes, 18 de mayo de 2012

BRUCE SPRINGSTEEN... Y LAURENT BINET, HHhH.



No tenía previsto hablar hoy del concierto de Springsteen... Pero no puedo evitarlo.... no tengo tiempo para escribir nada elaborado, solo emociones y sensaciones a raudales, las que ya hace mucho años me inspira este cantante y su magnífica banda (The Estreet Band)... y una verdad incontestable para mi (por tanto totalmente subjetiva y relativa) que es el BOSS... o lo que es lo mismo......... el P. AMO.........



NO SEAMOS INDIFERENTES A LA VERDAD….
Y ahora paso a otro nivel... a otra verdad...
Como ya conocéis mi opinión al respecto, no insistiré mucho en la necesidad de la memoria histórica y en la importancia de conocer la verdad…, como dice Binet, la historia es la única verdadera fatalidad, se la puede releer en muchos sentidos, pero no se la puede rescribir. 

LAURENT BINET, HHhH





Esta novela es de gtb pero me la recomendó un amigo que aprecio, entre otras cosas, por su buen criterio literario ya que él mismo es escritor, Jordi Navarro.
La novela tiene 391 páginas y su extraño título, HHhH, esconde la frase en alemán Himmlers Hirn heisst Heydrich, “el cerebro de Himmler se llama Heydrich”. Parece ser que esta frase se decía en las SS respecto a Heydrich, jefe de la Gestapo y conocido también como “el carnicero de Praga”.

Laurent Binet (París, 1972) es un escritor francés, galardonado con el Premio Goncourt por la novela que comento, su primera novela. Hijo de un historiador, se graduó en la Universidad de París en literatura, materia de la que ha sido profesor de enseñanza secundaria y universitaria. 

El autor escribe esta novela utilizando un recurso interesante, la confrontación entre la ficción, basada en un hecho real: el atentado de la resistencia checoslovaca contra Heydrich, y la lucha por encontrar una forma adecuada de contar la Historia. Confronta además dos épocas, la actual alrededor del 2008 y la fecha del atentado, en 1942, en plena II Guerra Mundial. 


Este diálogo entre ficción y realidad, y la relación entre los años de la guerra y los actuales, proporciona un dinamismo y un interés que no resulta fácil encontrar en una novela basada en hechos reales como ésta. 



La mejor manera de explicar el contenido de esta novela es reproducir este fragmento: 


“En los cuentos y leyendas de la vieja Praga de los alquimistas se dice que el Golem volverá cuando la ciudad esté en peligro. El Golem no volvió para proteger a los judíos ni a los checos. El hombre de hierro, paralizado en su maldición secular, no se movió tampoco cuando abrieron Terezín, cuando mataron a la gente, cuando expoliaron, vejaron, torturaron, deportaron, fusilaron, gasearon y ejecutaron de todas las maneras posibles. Cuando Gabcík y Kubis [los resistentes que atentaron contra Heydrich] llegaron, ya era demasiado tarde, el desastre se había producido, sólo cabía la venganza. Ésta fue resplandeciente gracias a ellos, a sus amigos y a su querido pueblo, aunque a un precio muy alto (p. 384)”. 

Estos sucesos han producido una filmografía de cierta entidad: Conspiracy, en la que Kenneth Branagh hace el papel de Heydrich; Los verdugos también mueren de Fritz Lang y guión de Bertolt Brecht; Hitler’s Madman de Douglas Sirk; y la muy conocida de El Gran Dictador de Chaplin. 


Hablar de Praga, entre otras muchas cosas es hablar de ópera, que se alza en el corazón de la ciudad vieja, donde fue creado el Don Giovanni de Mozart. 




La novela es una reflexión sobre la magnitud del nazismo, la capacidad para el Mal del ser humano y lo sencillo que resulta que el Mal se instale en nuestra conciencia y nos roce a tod@s. Pero también hay una reflexión sobre el heroísmo de miles de personas que jugándose la vida, y perdiéndola, lucharon y resistieron al fascismo. Gentes que se negaron a ser indiferentes a la verdad. 
No debemos olvidar que hay historiadores actuales, los “funcionalistas” que piensan que el exterminio de los judíos no fue realmente premeditado, sino más bien dictado por las circunstancias. Me parece que es a esta banalización del mal a lo que se refería Hanna Arendt cuando señalaba lo fácil que es que nos roce a todos.
¿Estas circunstancias explicarían la desaparición de Lidice del mapa por pensar Hitler y sus consejeros que el autor del atentado procedía de esta localidad (consideración además errónea)? 
Lidice (pàgs 351-356) se convirtió en el chivo expiatorio por pensar que alguien de esa localidad se había atrevido a desafiar al Reich. Fue literalmente borrado del mapa, todas sus habitantes asesinados, incluso fueron muertos los perros… 

 “Se profana el cementerio, se asolan los huertos, se incendian todos los edificios y se vierte sal en la tierra para asegurarse de que nada crecerá en ella. El pueblo se convierte en una hoguera infernal. Unas apisonadoras aplastarán las ruinas. No debe quedar ningún rastro, ni siquiera el espacio que ocupó el pueblo” (p. 354). 

RECOMENDACIÓN: Un interesante libro que os recomiendo encarecidamente.


viernes, 11 de mayo de 2012

COLABORAR, COLABORAR... MÁS HUMANIDAD ¡¡UP!!

Me parece que nunca he tenido claros mis puntos cardinales y ello me ha llevado, en más de una ocasión, a perder el norte y refugiarme en el sur, buscar el este y encontrar el oeste, es decir, me he perdido, me he ido de mi misma. 


Cada vez que te vayas de vos misma
 no olvides que te espero
 en tres o cuatro puntos cardinales.
 Siempre habrá un sitio donde quiera
 con un montón de bienvenidas.
 (…) 
Cada vez que te vayas de vos misma
 procura que tu vida, no se rompa
 y tu otro vos, no sufra el abandono.
 (…)
 Cada vez que te vayas de vos misma
 no destruyas la vía de regreso.
 Volver es una forma de encontrarse.
 Y así verás que allí te espero.
 MARIO BENEDETTI, Irse. 

Cuando ando algo perdida y me voy de mi misma, recurro a algunos "faros" que me iluminan, aunque sea para llevarme al norte, al viento del norte, al frío, a las rarezas de los del norte… 
Los "faros" son tan alimenticios que me llevan a meterme en “camisa de once varas” puesto que la peliculera vuelve a la carga y a hablar de una película.



YO SERVÍ AL REY DE INGLATERRA de Jiri Menzel (director checoslovaco que viene del norte…….).



LA VIDA PERSONAL DA A CONOCER, CON HUMOR, UNA ÉPOCA...
La historia personal de Jan Dite nos sitúa en la década de los veinte en Checoslovaquia. Jan es bajito en estatura pero grande en ambición. Quiere pasar de pobre a rico escuchando y mirando todo y utilizando ese conocimiento en beneficio propio. Es además un hombre que ama intensamente a las mujeres, que hace del sexo, y del cuerpo de la mujer, una obra de arte.



VER LA HISTORIA CON IRONÍA...
Una manera de acercarse a la historia es a través de la comedia y de la ironía. Jan Dite vive, sin ser muy consciente, terribles sucesos: la anexión de los Sudetes por parte del III Reich y la aceptación de las democracias en el Pacto de Munic (1938), la división del resto de Checoslovaquia (marzo 1939) en la que los eslovacos se independizaron y se convirtieron en estado satélite de Alemania, la invasión alemana de las regiones checas de Moravia y Bohemia, la ocupación de Praga (1939) y la propia II Guerra mundial. La resistencia, el colaboracionismo, la deportación de judíos, los experimentos para mejorar la raza aria encubriendo la prostitución de mujeres arias, los excesos de los ricos, sean checos o alemanes…, todo pasa por el filtro irónico del director. 



RIQUEZA Y POBREZA TRASMUTAN...
Jan Dite quiere ser millonario al estilo de los ricos industriales de los años veinte, incluso treinta. Ser rico significa poseer comida, sexo y comodidades. De un pub a un burdel de lujo y a un elegante hotel, el París de Praga, servirán al protagonista para conocer todos los mecanismos de la riqueza. Casarse con Lisa, alemana de raza aria, le permitirá hacerse millonario y perderlo todo, incluso la libertad, con la socialización que los comunistas llevaron a cabo a partir de 1948.



MORALEJA...
El propio protagonista tras pasar 15 años en la cárcel concluye que “el hombre se humaniza cuando descarrila”. A él le toca vivir una época de grandes descarrilamientos, la nuestra apunta malas maneras, una manera de encararla es con humor……… aunque a veces sea humor ácido. El complemento necesario al humor es humanizarse aunque descarrilemos...



El tema sigue en el jardín de Mari Cari…
Todos los fotogramas, el cartel de la película y el tráiler están tomadas de google.

lunes, 7 de mayo de 2012

GOYA. El sueño de la razón produce monstruos

Que la razón produce pesadillas es algo de lo que estoy convencida desde hace mucho tiempo. Esas pesadillas traslucen, sin embargo, nuestros miedos, nuestras sombras, nuestros nubarrones, nuestras tristezas y nuestras contradicciones más intimas. Será por eso que admiro y disfruto tanto con la obra de Goya de quien escribí un post de los más leídos (cosa que me llena de orgullo) de esta casa. 




Los Caprichos muestran cierta dualidad: suponen una sátira de las ridiculeces de su tiempo y a la vez una inmersión en el inconsciente del autor, pero también en el de sus espectadores. Una famosa carta de Schiller a Goethe en 1801 insistía en el hecho de que el verdadero artista debe partir siempre de un impulso inconsciente, aunque después lo someta a un trabajo consciente:


  El único punto de partida que adopta el poeta es lo inconsciente (…) La poesía, si no me equivoco, consiste precisamente en saber expresar y comunicar ese inconsciente (…) Lo inconsciente junto con lo pensado constituyen al artista poético.


El Capricho más famoso es el grabado que lleva la leyenda: El sueño de la razón produce monstruos. La palabra sueño tiene dos significados –dormir y soñar-, lo que permite que la frase se interprete de dos maneras. Si significa dormir, entendemos que cuando la razón se queda dormida, los monstruos nocturnos asoman la cabeza, y por lo tanto es preferible que se despierte para apartarlos. Los monstruos son externos a la razón, de modo que nos mantenemos en un proyecto educativo. Pero si la palabra significa soñar, entonces es la propia razón la que produce esos monstruos cuando funciona por la noche. La razón, por tanto, produce ideas claras, pero también pesadillas. La razón está ausente cuando duerme, porque se dedica a soñar.


El proyecto ya no es destruir las supersticiones y los fantasmas, sino entenderlos, y por consiguiente domesticarlos. Cuando lo consigue, estas visiones ya no dan miedo, sino risa. Goya une razón e imaginación, reflexión e inconsciente sin considerarlos incompatibles, enriqueciendo de esta manera la doctrina de la Ilustración. En el manuscrito del Prado leemos el siguiente comentario: 

La fantasía abandonada de la razón produce monstruos imposibles: unida con ella es madre de las artes y origen de las maravillas. 

 El grabado muestra a un hombre dormido encima de una mesa, rodeado de aves nocturnas, murciélagos y búhos, y de un gran gato, en aquel momento símbolos frecuentes de la estupidez y de la ignorancia, cuando no del diablo. A los animales nocturnos se suma un lince, animal famoso por su aguda visión. La ceguera y la visión aguda siempre coexisten. 


Tanto la razón como la sinrazón son características humanas. Las supersticiones de las personas sencillas e ignorantes, que creen en brujas y en fantasmas, invaden los sueños de los ilustrados. Lo sobrenatural ya no vive en el campo o en el bosque, sino dentro de nuestra cabeza. Goya abandona el marco tranquilizador en el que se sitúan los ilustrados, y que les permite reprender a los demás, y se coloca con las personas corrientes, cuya mente se ve invadida por estas imágenes inquietantes. 

 Hay una interesante exposición en el Caixa Forum de Barcelona titulada “Luces y sombras. Goya”. Estoy leyendo un interesante libro de TZVETAN TODOROV, “Goya. A la sombra de las luces” de donde procede en gran parte este post. Los Caprichos 1, autorretrato de Goya, y 43 están tomados de google.

viernes, 4 de mayo de 2012

MILAN KUNDERA Y EL “HOMBRE KITSCH”…

 La necesidad de kitsch del “hombre kitsch”: es la necesidad de mirarse en el espejo del engaño embellecedor y reconocerse en él con emocionada satisfacción” (p. 159). 

Cuando leí esta obra, hace más de un mes, la frase me pareció curiosa y la guardé. Kitsch se aplica a la estética que resulta de mal gusto o pasada de moda pero que pretende ser elegante, distinguida y moderna imitando objetos o estilos artísticos ya superados. En consecuencia, el “hombre kitsch” es el hombre que se autoengaña siempre en positivo, que cree poseer belleza allí donde solo hay mal gusto, que se emociona con su engañosa percepción y considera que está a la última en su eterno desfase. Se trata de hombres engreídos y convencidos de su importancia y originalidad……….. alguno he conocido. 





MILAN KUNDERA, El arte de la novela. Este ensayo lo compré porqué, en uno de esos largos intercambios de comentarios que tengo con Arystos Veyrud, mencionó que mi resistencia a lo irracional (y a la exploración del papel que desempeña en nuestras decisiones y en nuestra vida) era, sin embargo, una de las grandes exploraciones de la novela europea, tal y como Kundera señala en esta obra (p. 79).
El arte de la novela, publicado en 1987, tiene 194 páginas divididas en siete partes que corresponden a siete textos que se escribieron, se publicaron o fueron pronunciados como conferencia. La primera parte se titula, “La desprestigiada herencia de Cervantes”, afirmando orgullosamente Kundera que no se siente “ligado a nada, salvo a la desprestigiada herencia de Cervantes”. Las otras seis partes son una reivindicación de dicha herencia en las que expone su manera de entender la novela europea, su pasado y su futuro. El título del libro se desprende de esta explicación. 


Milan Kundera nació en Brno, Reública Checa, en 1929. Su padre, el musicólogo y pianista Ludvík Kundera, era director de la academia de música. Al término de la Segunda Guerra Mundial, Kundera se afilió al Partido Comunista, del que fue expulsado tras los sucesos de 1948 en que dicho partido tomó el poder. Tuvo que ganarse la vida con diversas ocupaciones, particularmente como pianista de jazz, instrumento que su padre le había enseñado a tocar a muy temprana edad. Aquel mismo año terminó sus estudios secundarios y comenzó a estudiar literatura y estética en la universidad de Praga, pero después de dos semestres se pasó a la Facultad de Cine de la Academia de Praga. En 1956 se reintegró en el Partido Comunista del que fue expulsado definitivamente en 1970. Cinco años después emigró a Francia donde se instaló a vivir. 
Ha publicado diversas novelas entre las que destaca La insoportable levedad del ser, que se convirtió en una referencia importante a la hora de intentar comprender la disidencia vivida en la Europa oriental durante la Guerra Fría. 

Afirma Kundera que la novela acompaña al hombre desde el comienzo de la Edad Moderna y que la “pasión por conocer” se ha adueñado de ella para que escudriñe la vida concreta del hombre y la proteja contra “el olvido del ser”; para que mantenga, en definitiva, “el mundo de la vida” bajo una iluminación perpetua. Por esa razón sería tan necesaria, hoy, la existencia de la novela. Considera el autor que la novela, por situar como objetivo fundamental “el ser del hombre”, entra en contradicción con el espíritu de nuestro tiempo y si quiere progresar, tendrá que hacerlo en contra del progreso del mundo. Este planteamiento lleva a Kundera a reflexionar sobre el arte de la composición novelesca, la creación de personajes y otros aspectos que considera claves para que este género literario mantenga su importancia. De esta manera considera que la novela ha descubierto por sus propios medios, los diversos aspectos de la existencia:

 (…) con los contemporáneos de Cervantes se pregunta qué es la aventura; con Samuel Richarson comienza a examinar “lo que sucede en el interior”, a desvelar la idea secreta de los sentimientos; con Balzac descubre el arraigo del hombre en la Historia; con Flaubert explora la terra hasta entonces incognita de lo cotidiano; con Tolstoi se acerca a la intervención de lo irracional en las decisiones y el comportamiento humanos. La novela sondea el tiempo: el inalcanzable momento pasado con Marcel Proust; el inalcanzable momento presente con James Joyce. Se interroga con Thomas Mann sobre el papel de los mitos que, llegados del fondo de los tiempos, teledirigen nuestros pasos. Et caetera, et caetera” (p. 15). 

 También expresa con meridiana claridad el carácter reduccionista de la sociedad moderna: 
 La unificación de la historia del planeta, (…) va acompañada de un vertiginoso proceso de reducción. Es cierto que las termitas de la reducción carcomen la vida humana desde siempre: incluso el más acendrado amor acaba por reducirse a un esqueleto de recuerdos endebles. Pero el carácter de la sociedad moderna refuerza monstruosamente esta maldición: la vida del hombre se reduce a su función social; la historia de un pueblo, a algunos acontecimientos que, a su vez, se ven reducidos a una interpretación tendenciosa; la vida social se reduce a la lucha política y ésta a la confrontación de dos únicas grandes potencias planetarias. El hombre se encuentra en un auténtico torbellino de la reducción…(p. 29-30). 

RECOMENDACIÓN: este ensayo resulta muy interesante para quien desee conocer una profunda reflexión sobre la visión implícita de la historia de la novela que tiene Milan Kundera, así como su idea de lo que es la novela.