De esta autora había leído Las pequeñas virtudes un texto a medio camino entre el ensayo y la autobiografía como es el caso de este Léxico familiar. En el primero que leí (y que no recuerdo por qué no reseñé pese a leerlo hace un año) se reunían once textos de diversos temas en los que está muy presente Cesare Pavese, razón por la cual empecé a interesarme por leerlo. En esta obra que comento ahora también está presente este escritor y ofrece sugerencias para comprenderlo mejor.
Resulta interesante la manera en la que Ginzburg entreteje su vida con su manera de pensar y, especialmente, la de las personas que la rodean ya que sobre ella habla poco. El tema de la autora por lo que llevo leído es el ser humano y su manera de comportarse y de pensar, ese es el “objeto” que le interesa sin duda alguna.
La autora
Nacida en Palermo en 1916 pronto se trasladó a vivir a Turín y luego, ya casada con Leone Ginzburg, vivió en Roma hasta que su marido fue asesinado en una cárcel de la capital por las fuerzas fascistas. Trabajó durante muchos años como redactora para la editorial Einaudi, en su sede en Roma, y allí murió en 1991. Léxico familiar fue publicado en 1963 y recibió el Premio Strega.
La obra
Léxico familiar contiene a Natalia y ella es aquellos que fueron antes de mí (Prólogo, 9). A la vez somos cada una de nosotras puesto que a través de lo cotidiano logra explicarse y explicarnos. Nada de lo que escribe nos resulta ajeno. Su manera de escribir se aproxima a la confidencia entre personas amigas, Ginzburg nos habla de su vida íntima y de la de su familia, los Levi. En las pequeñas confidencias familiares encontramos la dimensión universal de lo ocurrido en Italia durante el auge del fascismo y la guerra. Todo lo que aparece es real, sin embargo la autora pide que sea leído como una novela y así lo he hecho yo.
La autora afirma que no es un libro sobre ella sino sobre su familia, los Levi, una familia judía y antifascista que vivió en Turín entre 1930 y 1950. El padre, profesor y científico, considera al Proust que lee su mujer (y que le resume a su marido) como un cataplasma. Sus hijos/as y mucha de la gente que le rodea es difícil que se libre de ser un borrico, los recuerdos sobre el padre y su manera de ver la vida son realmente divertidos.
Un fragmento sobre Pavese
Al amor y a la escritura se entregaba sin embargo con un estado de ánimo tan enfebrecido y tan calculado que nunca sabía reírse de ellos ni llegar a ser él mismo por completo. Y a veces, cuando ahora pienso en él, su ironía es lo que más recuerdo y lloro, porque ya no existe: de ella no queda ningún rastro en sus libros, y solo es posible hallarla en el relámpago de aquella maligna sonrisa suya (238).
El padre de Natalia siempre les decía a sus hijos/as…
Os aburrís porque no tenéis vida interior (24).
Leerla es adentrarse en la gente común, en nosotras mismas.